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El Banco Mundial (BM) advierte que el mundo está al borde de una nueva recesión que será tan severa como la de 2008 o incluso más. Las causas principales son la crisis de la zona euro y la controversia EE. UU. y UE contra Irán que podría desembocar en un drástico déficit petrolero.
El BM calcula que la crisis europea es capaz de quitar un 4% del crecimiento económico global, lo que llevaría la tendencia mundial a un ligero incremento en la recesión. Precisa que están amenazadas tanto las economías emergentes, como las desarrolladas.
El nuevo informe del BM es una revisión de un documento publicado tan solo hace medio año. Sus pronósticos de ahora son mucho más pesimistas. Si anteriormente predecía un aumento de un 1,8% para los países de la zona euro, hoy en día habla de una caída en un 0,3%. En cuanto a las economías desarrolladas en general, les augura un crecimiento anémico de tan solo un 1,4%, mientras que hace seis meses les pronosticaba un aumento en un 2,7%. Los países en desarrollo tampoco evitarán problemas: el Banco les bajó el crecimiento del 6,2% al 5,4%.
Pero esto todavía no es el 'techo'. El BM advierte que estas perspectivas, por más pesimistas que sean, son muy "inseguras" tomando en cuenta todos los riesgos existentes y que la realidad podría ser mucho más severa.
Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) sostiene que el mundo todavía puede ser salvado. Para ello el organismo necesita un billón de dólares. El montante será un primer paso en el reforzamiento de la potencia de fuego del Fondo para ayudar durante los próximos años a los estados de la zona euro afectados por la crisis. La cifra supone 500.000 millones extras a lo previsto anteriormente. Según la presidenta del Fondo, Christine Lagarde, el objetivo del organismo es "jugar un papel completo y constructivo como garante de la estabilidad global".
De esos 500.000 millones, 200.000 están garantizados desde diciembre pasado, cuando las naciones europeas se comprometieron a suministrar la cantidad al organismo para que pueda ofrecer préstamos urgentes a los países más vulnerables. En cuanto al saldo restante, el organismo comunica que está "explorando opciones de financiación" y no hará ningún otro comentario "hasta que las necesarias consultas con los miembros del Fondo se hayan completado".
Según los analistas, la mayor presión ahora está dirigida a Rusia, Brasil, China, la India, Japón y a los países exportadores de petróleo. El objetivo es convencerles de hacer mayores contribuciones al FMI y llegar a un acuerdo definitivo antes de la cumbre del G-20 de finales de febrero en México.