El loro es capaz de imitar la voz humana y otros sonidos, sin la necesidad de poseer cuerdas vocales. Con esas características estos animales se vuelven únicos en el mundo en poder realizar esta hazaña.
Sin embargo, su desarrollo cerebral, les impide utilizar estos sonidos como signos de comunicación, porque sólo lo pueden hablar por repetición y entrenamiento, pero sin posibilidades de comprender lo que dicen.
No obstante, la investigadora Irene Pepperberg, sostiene que el loro gris africano tiene una inteligencia de un niño de 4 años, ya que entiende las palabras que pronuncia.
La investigación de Pepperberg se basa en evaluaciones que realizó con el loro gris africano llamado Alex, al cual se le enseñó palabras identificando los objetos que mencionaba. Al ave también le formulaban preguntas complejas las cuales pudo responder con un 80% de exactitud.