Este estudio de ciencia básica es pionero en su campo, y es una
alternativa de investigación que puede ofrecer un método de
diagnóstico, pronóstico y terapéutico, más efectivo que los actuales.
Foto
Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) encontraron que la sobreexpresión de pequeñas partes de ARN (ácido ribonucleico) conocidas como microRNAs, logran inhibir células tumorigénicas del cáncer cérvicouterino, lo que podría sentar las bases para generar a futuro un fármaco que ayude a revertir lesiones para este tipo de cáncer.
De acuerdo con Jesús Adrián López, egresado del doctorado por el Departamento de Genética y Biología Molecular del Cinvestav, en esta investigación pionera en su campo, se logró inhibir a nivel in vitro la proliferación celular, la migración, la invasión y el incremento de la muerte celular programada (apoptosis) al sobreexpresar algunos microRNAs.
Adrián López, quien recientemente obtuvo el Premio Arturo Rosenblueth a la mejor tesis de doctorado del Área de Ciencias Biológicas y de la Salud por esta investigación, detalló que la sobreexpresión de microRNAs también podría ayudar a reducir ese tipo de carcinomas o inhibir su metástasis.
Explicó que los microRNAs son RNAs pequeños no codificantes que se localizan en el genoma; su importancia radica en que regulan más de un tercio de éste, por lo que todas las personas los tenemos en nuestro ADN, de tal forma que vamos a encontrarlos asociados a casi cualquier tipo de enfermedad.
La diferencia de esta investigación con otros estudios, es que la mayoría analizan células anormales y las comparan contra las tumorigénicas, omitiendo las etapas intermedias que son cruciales en el cáncer cérvicouterino, segunda causa de muerte por tumores malignos de mujeres en México, dijo Jesús Adrián López.
La investigación hasta el momento sólo se ha realizado in vitro, por lo que la siguiente etapa es pasarlo a un modelo animal para comprobar los resultados, y de ser positivos, aplicarlo a una población mucho más amplia. Estamos hablando de un proceso largo que puede tomar más de 10 años para obtener un fármaco, acotó el investigador.
Sin embargo, dijo, lo importante del trabajo es poner la primera piedra en un tema tan complejo, ya que hacer una detección de VPH y una correlación con las lesiones de cáncer no genera una información precisa, porque también hay cáncer cércivouterino sin presencia del virus del papiloma humano, además que tener una infección con VPH no significa que forzosamente tenga que culminar en cáncer.
De hecho 90% de las personas sexualmente activas en algún momento de su vida tienen VPH, pero sólo 0.1% desarrolla cáncer cérvicouterino. Hay que recordar que los factores que lo inducen son multifactoriales, desde la genética, el sistema inmune, el estilo de vida y la alimentación, entre otros, dijo el científico egresado del Cinvestav.
Para Jesús Adrián López es importante seguir líneas alternativas de investigación, como la que él ha iniciado, que ofrezcan métodos de diagnóstico, pronóstico y terapéuticos más efectivos que los que tenemos actualmente.
Señaló que hay varios mecanismos del cáncer que aún no se conocen. Por ejemplo, una vez que entra el VPH a la célula se tiene que romper el ADN viral para poderse integrar al genoma celular y es cuando se empieza a generar las lesiones. El por qué se rompe y en qué momento, aún se desconoce.
La interacción de VPH al genoma permite que las oncoproteínas E6y E7 se expresen inmortalizando células pero el evento que lleva a la formación de células tumorigénicas no se conoce. De ahí que el experto considere que los perfiles de expresión de microRNAs es determinante para entender la transformación de células inmortales a tumorigénicas.