En EEUU George H. W. Bush fue vicepresidente en 1981-89 y presidente en 1989-93. Su reelección fue impedida por Bill Clinton quien se quedó en el poder hasta el 2001. El hijo de Bush, George W., impidió que el vice de Clinton (Al Gore) gane y él será presidente desde enero del 2001 al del 2009. Hoy quien tiene más ventajas en reemplazarlo es Hillary Clinton, quien quisiera quedarse en el cargo hasta el 2017. Para esa fecha pueden querer postular el hermano (Jeb) o el sobrino (George P.) de Bush.
Así la “democracia” más poderosa del mundo adquiere ciertos rasgos de una “monarquía dual” en la cual las elecciones sirven para ver cuál de las dos dinastías se alternan en el poder. Si los Bush ocupan la Casa Blanca hacen que la megapotencia liberalice su economía (pero restringa libertades cívicas), sea más halcona, tome medidas más duras contra inmigrantes, uniones gays o el aborto y cobre menos impuestos. Si los Clinton les recambian en el poder ellos incrementan el gasto social y público, flirtean con proteccionistas, buscan coaliciones más amplias antes de ir a una guerra y son más accesibles a los negros, latinos, feministas, católicos, sindicalistas y homosexuales.
EEUU: Extraño sistema de elección
El sistema para elegir al presidente de EEUU es muy complicado. El no es el que saca más votos a nivel nacional. Cada uno de los 50 Estados tiene su propio número de electores, los cuales pasan en su totalidad al que gane allí (aunque sea por la diferencia de un voto). En el 2000 Al Gore ganó con más de 500,000 votos pero Bush obtuvo 4 electores de más y por eso llegó al poder.
Aún más entreverado es la forma en la cual los dos partidos nominan a su candidato. Sus miembros no votan a nivel nacional y en un solo día por ellos. El proceso se da mediante un calendario. El primer Estado en votar es Iowa el 3 de Enero y los últimos dos son 5 meses más tarde, el 3 de junio.
No siempre en un mismo día votan en ese mismo estado los demócratas y los republicanos. Cada Estado tiene sus propias reglas de elección, las cuales pueden cambiar de acuerdo al partido. Algunos permiten que voten solo los miembros del partido y en otros cualquiera del público. En unos hay elecciones primarias con papeletas de sufragio y en otros se dan sucesivas asambleas (caucasuses).
Más de medio millón de demócratas han sufragado en Michigan o La Florida pero ellos no pueden elegir a nadie pues sus partidos no han autorizado la fecha en las que esos Estados realizaron sus primarias.
En algunos Estados un candidato puede allí sacar más votos pero obtener menos delegados pues puede haber perdido en el número de circunscripciones. En La Florida todos los delegados republicanos han sido adjudicados al ganador (McCain).
Así como el peso de los electores no es igual también hay grandes desigualdades en el uso del dinero donde cualquiera puede desembolsar la suma que quiere y ello siempre suele favorecer a millonarios como Perot o Romney. Es más, quien tiene pocos recursos casi no tiene posibilidades.