Kosovo está declarando su independencia ante Serbia. EEUU y la Unión Europea avalan ello mientras que Rusia apoya la negativa de su tradicional aliada Serbia pues también teme que eso incentive a que los chechenos y otras nacionalidades suyas a querer escindirse.
Hasta le fecha la ONU ha aceptado la independencia de todas las 23 repúblicas que formaron parte de las ‘federaciones socialistas’ de Yugoeslavia, Checoeslovaquia o la Unión Soviética. Sin embargo, Kosovo nunca fue una república federada sino una provincia. Avalar su separación podría animar a otras regiones a exigir lo mismo en Rusia, Georgia, Moldavia, Sudán, Iraq, Turquía, etc. También podría crear una oleada de nuevos Estados que hagan que la ONU supere los 200 miembros o generar un antecedente para quienes quisieran crear un Estado camba o aymara en los Andes.
Bush, al mismo tiempo que busca que Kosovo sea un nuevo país, se esfuerza en impedir que los kurdos (quienes suman más de diez veces el total de kosovares) escindan a sus aliados en Iraq y Turquía.
Nace el 45’ Estado Europeo
Kosovo se convierte en el 45’ Estado europeo. Sin embargo, a diferencia del resto éste nunca ha existido como un país independiente o como una república autónomo dentro de una federación multinacional.
Serbia reclama que en esa provincia está su Jerusalén, el crisol de su nación. Sin embargo, allí el 90% de sus habitantes son albaneses (quienes tienen una lengua y creencias muy distintas). Tras la derrota turca en 1912 se creó el Estado de Albania pero los territorios orientales de mayoría albanesa fueron anexados por Serbia. Durante la II Guerra Mundial Mussolini unificó a todos los territorios albaneses en un solo Estado fascista. Sin embargo, los albaneses volvieron a dividirse cuando Tito reconstruyó Yugoeslavia y Hoxha se unió a Stalin para evitar que Albania sea absorbida por esta federación.
Hoy Bush promueve la separación de Kosovo y los albaneses son la única de las 55 naciones de predominio musulmán donde él es popular. Con esa separación él debilita a sus rivales de Moscú y Belgrado pero amenaza con incentivar a que los albaneses que dominan el oeste de Macedonia quieran dividirse y a que busquen la independencia Transdniestria (de Moldavia), Chechenia (de Rusia) , Euskadi, Catalunya y Galicia (de España), Escocia (de Reino Unido), el este turco de Chipre o Kurdistán (de Turquía, Irán o Iraq.
(*) Nota.- Se podría incrementar la lista de países europeos si se considera dentro de este continente a Turquía (pese a que su capital y el grueso de su población y territorio está en Asia), a Georgia, Armenia o Azerbaiyán (a quienes se le suele ubicar en el Asia occidental) o a una serie de islas semi-independientes que están bajo la corona danesa o británica.
Bush: el héroe de Kosovo
Bush puede estar perdiendo mucha popularidad en EEUU y en Europa, pero hoy su imagen aparece dentro de muchas banderas que festejan la independencia de Kosovo.
Los albaneses de la república que lleva ese nombre y de Kosovo son una rara excepción dentro de los alrededor de 55 países musulmanes que hay en el mundo musulmán. Mientras en el grueso del mundo islámico crece un rechazo ante Bush, la mayoría de ellos ovacionan al presidente norteamericano. Albania, además, mantiene tropas de ocupación en Irak y Afganistán y recibe presos “terroristas islamistas” que EE.UU. no se atreve a retener en Guantánamo.
A mediados de 1997, Bush, tras haber sido el blanco de fuertes protestas callejeras en su gira por Alemania e Italia, fue muy bienvenido en Albania. De 1944 a 1992 este fue el único Estado musulmán que tuvo una ‘dictadura proletaria’ atea y totalmente cerrada a EE.UU. Cuando todo el bloque soviético se alineó con Kruschev (inicios de los 1960s), Albania quedó con el único régimen europeo fanático de Stalin. Tras haber tenido la economía planificada y estatizada más aislada del planeta, Albania hace todo lo posible por abrir su economía al mercado occidental. Pronto esta república entraría a la OTAN como un peldaño hacia la Unión Europea.
Bush se ha encargado de cultivar el apoyo popular albanés a su potencia al convertirse en el padrino de la independencia de Kosovo.