Los países de Latina América y el Caribe (LAC) fueron colonias europeas y hoy dependen de EEUU. Mientras que en las citas pan-americanas Washington busca hegemonizar, en las cumbres EU-LAC estas dos regiones quieren ayudarse para contrapesar a EEUU. Si la UE busca ampliar sus inversiones e influencia, LAC quiere más capitales y mercados, y márgenes de maniobra ante Bush.

Muchos países latinos tienen ciertas resistencias ante EEUU por lo de Cuba, el tratado de Kyoto o el unilateralismo, cosas en lo que hay menos distancias con la UE. Empero, recientes elecciones muestran que ambos continentes marchan en direcciones opuestas. El triunfo de Lugo acentúa la marea izquierdista suramericana, mientras que el de Berlusconi en Italia y el de Johnson en Londres muestran que Europa va hacia la derecha. Es esto lo que alientas el choque Merkel–Chávez.

En los Andes se reavivan rencillas: entre Colombia con Ecuador y Venezuela, y entre ésta y Perú que son más pro-libre comercio con Europa con sus dos socios andinos (Ecuador y Bolivia) que se tornan más desconfiados o proteccionistas.

 LACs en la UE: Esta carta ha sido firmada por decenas de líderes latinos de Londres: 

“Londres es la ciudad con más latinoamericanos y caribeños en la Unión Europea.  Al saludar a la V cumbre de la Unión Europea (UE) y Latino América y el Caribe (LAC) pedimos que se tome en cuenta a los millones de inmigrantes que vivimos en Europa.

Solicitamos que se nos facilite regularizar a todos los nacionales de LAC que viven, trabajan o tienen hijos en la UE; que se nos permita que todos puedan ser ciudadanos de la UE; que nuestros títulos y estudios sean convalidados; que nuestros hijos tengan derecho a ser nacionales de la tierra donde nacen; que no se nos discrimine; que seamos reconocidos como una minoría con nuestra propia cultura y derechos; que no se nos pongan trabas a nuestros comercios emergentes; que no tengamos que tributar en ambos continentes; que se nos den facilidades para poder enviar remesas, poder traer a nuestros familiares e importar nuestros productos nativos;  que se permita la enseñanza de nuestras lenguas y cursos sobre nuestra historia y cultura en los colegios.