Para iniciar les doy la diferencia entre envidia y egoísmo.
Envidia es el deseo del bien ajeno . Egoísmo un inmoderado amor de si mismo. Es el egoísmo patológico.
Es decir dos actos diferentes pero ambos destructores que llenan de fuerza a una persona y le envenenan el alma; llevándola a su desgracia o felicidad sin imaginarlo.
A diario se conocen a personas infatigables que buscan ser malos, con seres ingenuos.
¡Ahí esta el problema! Que los supuestos inmortales no atacan a los de su clase, por temor a ser pagados con la misma moneda “veneno”. Pareciera que ellos tienen mandamientos que no prohíbe tocar a los supuestos débiles y digo supuestos por que en realidad no son débiles, son personas con mas capacidad intelectual, moral, profesional y sobre todo espiritual.
Su inteligencia es notable como dice las sagradas escrituras en uno de sus libros “el sabio ve el mal y se aparta”. Y en proverbios 14:30 – 35 dice “ el corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es la carcoma de los huesos.
31. El que oprime al pobre afrenta su hacedor; mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra.
32. Por su maldad será lanzado el impío; mas el justo en su muerte tiene esperanza.
33. en el corazón del prudente reposa la sabiduría, pero no es conocida en medio de los necios.
34. La justicia engrandece a la nación mas el pecado es afrento de las naciones.
35. La benevolencia del rey es para con el servidor entendido; mas su enojo contra el que lo avergüenza.
Si bien es cierto, los envidiosos y los egoístas son impertérritos, sin embargo en el libro más grande “la Biblia”; en salmos 37:1 -2 nos argumenta que no debemos ser impacientes a causa de los malignos, ni que tengamos envidia de los que hacen iniquidad porque como hierva serán pronto cortados y como la hierva verde se secaran.
Con prudencia y sabiduría vencemos los obstáculos y a nuestros adversarios que nos persiguen como si fuésemos presas fáciles. “Hay una esperanza para todos”.
En salmos 37: 3, 4 y 5 nos dice, confía en Jehová y haz el bien y habitaras en la tierra, y te apacentaras de la verdad.
Deléitate a si mismo en Jehová, y el te concederá las peticiones de tu corazón.
En este caso lo mas urgente no es vengarse del veneno inyectado en el corazón perverso, más bien pedirle a Dios el cambio radical en las personas malvadas o necias que infringen de manera sucia, sin escrúpulos que pervierten el corazón de las personas justas que no se meten con nadie, ni con ellos por que de hecho son personas calladas……
Inevitablemente personas imperfectas como los destructores del bien ajeno se condenan solas, pero hay que tomar en cuenta que Dios nos ama a todos y perdona cada uno de nuestros pecados.
Además mateo 9: 13 nos comenta id, pues y aprende lo que significa: misericordia quiero, y no sacrificio.
Por que no he venido a llamar a justos sino a pecadores, al arrepentimiento.
Con esto queda comprobado que Dios nos ama a todos por igual, pero cuando hacemos mal nos mira de lejos y cuando hacemos el bien a nuestro prójimo se alegra y nos extiende su mano para que seamos servidores.
El egoísta quiere ser como el gato, “brillar en la oscuridad y atormentar”, sin enterarse que su brillo es opaco como un foco fundido.
Recuerda que la envidia y el egoísmo son dos pecados mortales que matan y pudren el corazón llevándote a la perdición.
*Periodista