Hace dieciocho meses la comisión política del Frente Farabundo Marti para la Liberación Nacional – FMLN, anunció al pueblo salvadoreño que el popular entrevistador de televisión y periodista, Mauricio Funes, seria el candidato presidencial de ese partido político para las elecciones que se llevaran a cabo este próximo domingo.
Durante la víspera de ese anuncio el rumor de la selección de Funes desató una euforia nacional que elevó su imagen a la cúspide de la clase política salvadoreña. La razón principal de esta ascensión fue el desgaste político de veinte años en el poder ejecutivo por parte del partido Alianza Republicana Nacionalista – ARENA, en el cual recae la responsabilidad de la insatisfacción económica de la mayoría de ciudadanos que conforman la clase obrera.
Sin embargo, durante esa conferencia de prensa en Septiembre de 2007, la euforia fue ensombrecida con la decisión de Funes de aceptar como compañero de fórmula a un ortodoxo representante histórico del comunismo salvadoreño, así como también, reconocido líder secuestrador y asesino intelectual de varios importantes políticos, empresarios e incluso sus mismos combatientes durante la guerra civil, se trata del comandante Salvador Sánchez Cerén alias Leonel González. Esta fue una clara imposición política liderada por el mismo Sánchez Cerén en acuerdo con sus camaradas de la cúpula del partido para mantener el compromiso histórico con el socialismo en caso de ganar las elecciones presidenciales.
A la conclusión de este largo camino presidencial, los más de veinte puntos de ventaja que favorecieron la candidatura de Mauricio Funes por mucho de su carrera presidencial se han esfumado y la causa de ello se deriva del perfil político intolerante, demagogo y mentiroso que desarrolló durante la larga campaña electoral que culmina hoy.
Para los salvadoreños en el exterior, Mauricio Funes ha utilizado una estrategia electoral irrespetuosa al mentir desfachatadamente en campos pagados de televisión sobre sus capacidades de mejorar las condiciones migratorias, reducir el cobro de las remesas y garantizar el voto en el exterior.
¡Mauricio, la diáspora no es tonta como usted y sus compañeros creen!
El ministerio de integración migratoria que propone seria un desperdicio de recursos del estado, ya que la acción que anuncia de mejorar a través de este ministerio la condición migratoria de los salvadoreños en Estados Unidos y facilitar visas para que la diáspora viaje o nuestros familiares nos visiten es una vil mentira que ningún gobierno del mundo es capaz de garantizar.
El voto de los salvadoreños en el exterior no es una facultad ejecutiva sino legislativa y el FMLN no tiene mayoría simple en la próxima asamblea legislativa, la cual es necesaria para garantizar el voto en el exterior. Esta promesa de Funes es otra mentira.
Esta actitud, demuestra que el candidato considera a la diáspora como un grupo de tontos que creen cualquier cosa que los políticos digan y no tiene la capacidad de analizar. La diáspora debe comprender que el FMLN no es capaz de garantizar visas estadounidenses, ni el voto en el exterior, tampoco de reducir las tarifas de envió de remesas.
El FMLN ha desarrollado una campaña sucia y de terror, a través de blogs y correos electrónicos, en contra del pueblo. La conducta soberbia, difamadora y revanchista de Funes y la comisión política, es el ejemplo que imitan y ejecutan sus seguidores en todos los niveles, en contra de cualquiera que no comparta sus ideales socialistas y anti estadounidenses.
Mauricio Funes no es capaz de gobernar El Salvador. Como presidente, su falta de buen juicio y revanchismo, lo llevarían a profundizar su ya existente confrontación con el sector empresarial y arriesgaría aun más la estabilidad laboral del pueblo; su inexperiencia política, fortalecería a los socialistas y comunistas de la comisión política, quienes con sus alianzas con los socialistas del siglo XXI, pondrían en riesgo el sistema democrático y de libertades que la sociedad actualmente goza; su inexperiencia administrativa, incrementaría la corrupción y generaría más pobreza.
Estos problemas de incapacidad de Funes, aunados a la falta de un plan de gobierno concreto hacen al país sujeto de un colapso social, político y económico, bajo una presidencia socialista del FMLN.
Por otra parte, ARENA es el partido con el mayor reto histórico, después de veinte años dirigiendo el destino de la nación, sus políticas públicas han generado un desgaste político que se manifiesta en la inconformidad ciudadana que ha fortalecido a la extrema izquierda representada en el FMLN.
La dupla presidencial liderada por Rodrigo Ávila y complementada por Arturo Zablah, ha enfrentado una ardua tarea, primero, por unir a sus bases y luego por convencer al electorado que lo mejor para el país es continuar con el proyecto político iniciado hace más de dos décadas. Ambos candidatos, cuentan con una extensa experiencia política y administrativa, además, con el respaldo de los importantes sectores inversionistas y empresariales, quienes son los generadores de empleo y con una amistad sólida y vital para los intereses de los salvadoreños en el exterior con Estados Unidos.
ARENA representa en este momento estabilidad nacional y considero que Arturo Zablah representa la influencia política de la izquierda democrática que el país necesita para que en los próximos cinco años se mejoren los niveles de ingresos y prestaciones salariales; la educación; el acceso a la salud, la justicia social y se extiendan las puertas de incidencia política de la diáspora.
La respuesta a la interrogante de este articulo es: ARENA, y aun, sin ser simpatizante o militante del partido, pero como líder político de izquierda de la diáspora que ama su país, reconozco que lo mejor para el país es la estabilidad que ARENA representa y exhorto a mis compatriotas a que influyan en el voto a favor de Rodrigo Ávila y Arturo Zablah y al pueblo salvadoreño, para que atienda masivamente a las urnas electorales y no deje ninguna duda de que rechazamos el socialismo del siglo XXI, la demagogia y mentira de un inexperto soberbio y un dinosaurio comunista.
*waltermonge@comisioncivicademocratica.org