Dos décadas con cuatro gobiernos que implementaron políticas públicas que fomentaron la corrupción pública, privilegios a los monopolios económicos y políticos, la emigración masiva, la pobreza extrema, la mediocridad educacional y vocacional, el secuestro del estado, la falta de oportunidades laborales y la considerable disminución del poder adquisitivo de la clase obrera, entre muchos otros problemas graves, han sido suficientes para la mayoría del pueblo salvadoreño. Y este día histórico, lo han manifestado con el arma más poderosa que la democracia ofrece, el voto en elecciones democráticas.
La derrota de la Alianza Republicana Nacionalista – ARENA, es merecida y justa, pero es peligrosa, porque debido al desgaste político de cuatro gobiernos, los simpatizantes y militantes del socialismo del siglo XXI, han obtenido la vicepresidencia de la República.
A partir de ahora, ARENA es el pasado político del país y el Frente Farabundo Marti para la Liberación Nacional – FMLN es el presente y futuro. La acción democrática de la mayoría del pueblo salvadoreño es clara, desean un cambio político y hoy lo han efectuado.
De Mauricio Funes, diré que enfrenta un reto inmenso, desde mi punto de vista, su inexperiencia política y administrativa, así como, su intolerancia y soberbia, lo harán presa fácil de la confrontación política, de la corrupción y el caos social.
Además, considero que él, no será el actor principal de este futuro gobierno, me inclino a afirmar que su función será opacada por el señor Salvador Sánchez Ceren, quien es un personaje que debe ser visto con mucha atención, sobretodo por los salvadoreños en Estados Unidos, ya que este ex comandante, líder secuestrador y asesino intelectual de políticos, empresarios y sus propios combatientes durante la guerra civil, es un enemigo de los Estados Unidos. Eso es un problema serio.
Las promesas electorales de los candidatos del FMLN, ahora se han convertido en autenticas aspiraciones del electorado que les ha elegido como lideres del país.
Mis dudas sobre este próximo gobierno transcienden a preguntar: ¿Será el gobierno del FMLN exclusivo o inclusivo?, ya que durante la campaña política insultaron y atropellaron a quienes difieren de su posición política; ¿Permitirán la libertad de opinión y manifestación pública?, porque el presidente electo como candidato se confrontó con medios de comunicación y los militantes agredieron contra sus opositores, destruyendo propiedad privada y asaltando físicamente a quienes pudieron; ¿Serán amigos de Estados Unidos o de Venezuela?, porque el vicepresidente electo celebra las muertes y el atentado del 9/11 en contra de este país, así como, es socio directo del ALBA y amigo personal de Chávez.
Particularmente, pondré mucha atención, a la promesa electoral de Funes para los que vivimos en Estados Unidos, que consiste en la reducción del costo de las remesas, las visas para acercar a las familias y la garantía del voto en el exterior.
El Salvador ahora se ha convertido en un país socialista, es una realidad, y es un reto histórico para cada uno de los líderes que gobernaran el país los próximos cinco años. Su labor los convertirá en ciudadanos trascendentales de nuestra historia o simplemente otros traidores a los ideales del pueblo, como lo han sido Napoleón Duarte, Alfredo Cristiani, Armando Calderón, Francisco Flores, Antonio Saca y todos los funcionarios públicos que bajo el mando de estos, ha hecho sucumbir a nuestra república a la pobreza y ahora al socialismo.
El mayor reto político del FMLN, ahora como primera fuerza política del país, es mantener las garantías democráticas, la estabilidad política y social, que ARENA ha logrado mantener desde los acuerdos de paz, pero sobretodo garantizar la estabilidad laboral que ha sido amenazada por la confrontación con el gremio empresarial.
Personalmente considero que el FMLN es un error para el destino del país, pero esa es la consecuencia de malos gobiernos como los de ARENA en los pasados veinte años.
Es nuestro deber desde el exterior vigilar de cerca que la democracia y el sistema de libertades que la población desea sean respetadas, esa promesa ha sido el punto vital del gane del FMLN, ya que convencieron a la población de que esas realidades no cambiarían.
Cualquier cambio a esa promesa debe ser defendida por todos los medios posibles y los responsables de romperla deberán ser impugnados con todo el poder que la constitución de la república faculta.
*waltermonge@comisioncivicademocratica.org