La primera vez que tuve la oportunidad de escribir sobre la crisis que había provocado en Honduras esa indefinida y amorfa cosa llamada "comunidad internacional" (26 de Julio de 2009), decía que "El mundo tropezó con Honduras" y que los Obamas, Clintons, Insulzas, Chávez, Zapateros, Calderones, CNN's, EFE's, ONU's, OEA's y demás, habían sido sorprendidos por la gente grande de ese pequeño país.
El pasado mes de octubre de 2009 ¡para la historia!, los hondureños nos han deleitado con una sinfonía de actuaciones dignas de la creación de un manual sobre cómo lidiar con los monstruos de la manipulación internacional: con valentía, solidaridad, patriotismo, inteligencia, sabiduría, elegancia y sagacidad (prometo incluir un capítulo sobre este tema en mi libro --en proceso- "La Guerra de /as Ideas") inicio con una deliciosa entrevista, forzada por la Vice Ministra de Relaciones Exteriores Martha Alvarado de Casco, quien se "comió" al conductor de noticias de CNN en Español Daniel Viotto, a quien dejó casi mudo ante sus inteligentes, mesurados y contundentes comentarios (yo diría críticas) sobre el manejo que el Sr. Viotto había hecho de una entrevista minutos antes a Patricia Rodas, Ex-Ministra de Relaciones Exteriores.
Días después, el Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Carlos López Contreras de Honduras dio un discurso magistral de bienvenida a los representantes de la Comisión de la OEA -Insulza incluido-quienes habían ido a "ayudar" a este país a "volver" a la senda democrática (creo que los que traían averiada la brújula democrática son ellos, pues Honduras se ha mantenido firme en una ejemplar conducta democrática, al menos, desde 1982 en que promulgó su actual Constitución).
En dicho discurso, el Dr. López Contreras mostró la gran distancia que existe entre el actual gobierno y el del depuesto Manuel Zelaya, representado por Víctor Meza, cuyas palabras sonaron a las de un líder demagogo comunista de la década de los 60's. Pero la sorpresa la dio Don Roberto Michelleti, quien con la poca diplomacia que permitía la ocasión, le dio un par de soberbias cachetadas retóricas a esta comisión de "mesías demócratas" de la OEA que venían a "salvar" a Honduras; a quienes acusó, correctamente, de no haber encontrado la verdad en el caso hondureño, simplemente porque no habían querido buscarla.
Y el mes terminó con la firma de una joya de acuerdo; del "Acuerdo de Tegucigalpa" (me niego rotundamente a mencionar el "Desacuerdo de San José", pues la mediación de Oscar Arias fue completamente inútil, ya que su propuesta nunca fue aceptada por las dos partes como ha ocurrido con la actual; así que, ¿Cuál acuerdo de San José?) así, en "Acuerdo de Tegucigalpa" la decisión del posible retorno de Zelaya quedó en manos de quien siempre ha estado: la Corte Suprema de Justicia, que fue quien decidió jurídicamente su destitución; del Congreso de la República, que fue quien eligió a Roberto Michelleti como Presidente Sustituto; el acuerdo no fija plazo límite alguno para que el Congreso emita su veredicto; permite que Michelleti lidere el Gobierno de Unidad; no incluye la amnistía para Zelaya y los pillos que lo acompañen, por lo que sigue bajo proceso judicial... En fin, un acuerdo que regresa al pasado jurídico inicial. En resumen, Honduras ha obligado a la mentada "comunidad internacional" a que la respeten; y ha forzado, desde al poderoso Obama hasta al impredecible Zapatero (los españoles no se lo merecen), pasando por la demagógica O.E.A. a que hagan lo que siempre les dijo que debían hacer: reconocer que en Honduras se ha actuado democrática y legalmente y a no intervenir en los asuntos que solo competen a los hondureños.
Así, el día de hoy, después de haber tropezado con Honduras, el mundo ha quedado de rodillas ante esta gran nación; ya sea porque fueron derrotados, porque quedaron sorprendidos o porque no han podido más que admirarse de sus logros; pero al fin de cuentas de rodillas... Yo soy de los admirados, pero además me declaro fascinado y entusiasmado con todo el proceso y el resultado; pues como escribiera en otra ocasión “Si doblan a los hondureños, doblan a todos”, y ahora estos hermanos hondureños nos han dado oportunidad de volver a soñar en que si se puede; que los latinoamericanos somos capaces de frena al mundo; pero además nos han enseñado cómo: con carácter, generosidad, solidaridad, perseverancia, valor y una gran sabiduría.
Pero los hondureños todavía tienen pendiente ponerle la cereza al pastel de esta cátedra
democrática y patriota que nos han dado al resto de los países del planeta.
Deben culminar este proceso con una gran fiesta democrática que se llama "elección": libre, transparente, legítima, sin violencia y con una abrumadora participación.
Dejen ya en segundo plano a Chávez, Ortega, Morales, Insulza, Obama, Clinton, Lula, y demás socialistas frustrados del siglo XXXI (que esperen sentados...); la población del mundo ya los conoce, ya sabemos cómo son; no necesitan preocuparse más por difundir sus torpezas o su deshonestidad.
Olvidense de Zelaya; ya está preso (en la embajada de Brasil, pero está preso); ya firmó el "Acuerdo de Tegucigalpa"; las autoridades del país saben de sobra como manejar estas situaciones; no hagan caso a sus diatribas, solo le hacen caso los medios que quieren hacer escándalo para, disque, aumentar el rating; pero su público ya esta fastidiado de escuchar las incongruencias del ex presidente.
Los que no hayan entendido la realidad de Honduras es porque están sordos o ciegos; no les conviene conocer la verdad; o, como, con eso de que es de humanos cometer errores, hay algunos que abusan de su "humanidad"; ¡así que olvídenlos! Hay que darle vuelta a esa página y concentrarse en la opinión publica sobre las elecciones.
Es muy importante que el gobierno y los ciudadanos hondureños se unan en un esfuerzo de comunicación sin precedentes sobre la realización de las elecciones.
Dejen al Ejército y a la Policía Nacional la seguridad de los comicios; que para eso de mantener el orden, ya conocemos que saben hacer un trabajo excelente e impecable.
Hay que recordar que es más importante la percepción que la realidad; así que hay que informar al mundo de cada paso que se vaya dando en la consolidación del proceso electoral, la celebración de las elecciones y el flujo de información sobre sus resultados.
Inviten a cualquier cantidad de observadores internacionales; la inversión vale la pena (y de pasada promueven el turismo de todas las bellezas que tiene Honduras) Si es posible, que diariamente haya algo nuevo que decir sobre el avance del proceso electoral; incluso, podría incluirse, "La frase del día" de cada uno de los seis candidatos presidenciales; como van las encuestas de opinión; que ha dicho Don XX de las elecciones hondureñas, quienes han aceptado ya su asistencia como testigos; ¡pero todo en positivo! Los que no quieran asistir, pues que no vayan, pero no les dedique ni una gota de tinta.
La mayoría de los medios de comunicación masiva internacionales han sido parciales contra Honduras por deshonestidad, irresponsabilidad o por torpeza; pero independientemente de la causa, no se puede confiar en ellos. Deben Ustedes generar y difundir las noticias utilizando todas las formas y medios disponibles; principalmente la televisión y el Internet, sin olvidar la prensa y el radio.
Lo más difícil ya pasó; aunque no hay que bajar la guardia, sino hasta después de las elecciones.
Todos por las elecciones y a votar con inteligencia, pues la necesidad de igualar, al menos, el extraordinario desempeño del actual equipo de gobierno liderado por Michelleti, será el mayor reto del futuro presidente de Honduras.