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ACTUALIZADo 22 de OCTUBRE de 2009

Detalles del momento, golpe de estado
En Honduras el depuesto Manuel Zelaya intentó lanzarse contra la constitución buscando un segundo mandato que le era prohibido
por Moisés Absalón Pastora
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Seis magistrados de la Corte Suprema de Justicia, absolutamente todos del FSLN emitieron una sentencia para allanar a Daniel Ortega el camino a la reelección. Sin embargo lo que realmente sucedió es un “GOLPE DE ESTADO” que enfrenta a todos los poderes contra lo poco de democracia que queda en la Asamblea Nacional y siembra un precedente fatal si las cosas quedan tal como están porque entonces cualquier se podrá hacer desde la voluntad de la dictadura que nos desgobierna.

Inaudito pero la constitución política de Nicaragua acaba de ser declarada inconstitucional por media docena de personas que si se les ocurre -de hecho ya lo hicieron- pueden sustituir a la Asamblea Nacional: Declarar estados de emergencia: Nombrar magistrados: Aprobar préstamos o cualquier atribución que siendo potestad de nuestros legisladores no sea de la conveniencia de quien a estas alturas no se ve como presidente sino como un emperador napoleónico que controla administrativamente todo el país.

Lo ocurrido es gravísimo de toda gravedad. La institucionalidad de país antes de éste “GOLPE DE ESTADO” manoseada a más no poder por la dictadura pasó del acoso sexual a la constitución a su violación total frente a los impávidos ojos de la mayoría de sus ciudadanos. El colmo es que inmediatamente el emperador convocó a una más de las costosas cadenas de televisión para reafirmar ante el círculo íntimo de sus colaboradores su poder hegemónico en el partido, en el gobierno y en todos los estamentos del estado desde el cual se empina para llamar a sus adversarios “chingastes” porque se cree sin resistencia.

Después del robo de las elecciones municipales del 2008 la democracia nicaragüense quedó infartada porque un delito de lesa humanidad como ese sumergió a la nación en una profunda crisis política que persiste pero que ahora se queda corta frente a éste “GOLPE DE ESTADO” monstruoso que desde la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia se convirtió en una asonada terrorista que obliga a reflexionar profundamente sobre el papel que cada uno de nosotros, los ciudadanos libres de éste país, asumamos para no delegar solo en los partidos políticos y demás organizaciones de la sociedad civil una lucha en la que todos debemos involucrarnos desde cualquier trinchera que esté a nuestro alcance.

En Honduras el depuesto Manuel Zelaya intentó lanzarse contra la constitución buscando un segundo mandato que le era prohibido y fue destituido. En Nicaragua en la búsqueda del mismo fin Ortega baypaseó el mecanismo, pasó encima de la Asamblea Nacional donde con 56 votos se tenía que aprobar la reelección continua y se limpió con nuestra constitución. Desgraciadamente aquí ni el ejército ni la policía tienen aquello que sobra en las fuerzas castrenses de nuestra vecina del norte y tampoco podemos confiar ni esperanzarnos en lo que pueda hacer ninguna institución pública del país porque todas han sido tomadas por el partido de gobierno consumándose así un control fascista que es el fundamento de la corrupción mas dantesca que alguna hayamos conocido en nuestra historia.

Lo que suceda ahora en ésta nueva etapa de resistencia contra el “GOLPE DE ESTADO” será determinante con la seguridad de que necesitaremos ir más allá de que todos los partidos políticos democráticos de Nicaragua coincidan en caminar juntos hacia el rescate de nuestras libertades en una lucha frontal contra una minoría que ya se robó las municipales y que ahora quiere robarse las nacionales gozando de todas las ventajas que le ofrece el estado botín que han hecho de Nicaragua.

Esta bien que los partidos políticos demócratas de unan y que formen una gran coalición pero estaría mal que por nuestra apatía, por la comodidad de quedarnos en nuestras casas, dejemos que todo quede en comunicados y proclamas que jamás harán cosquillas al emperador Daniel Ortega Saavedra.

El “Chingaste” de oposición que tenemos está dando muestras, gracias a los abusos del dictador, de convertirse en fibra para acabar con la charabasca que nos desgobierna, pero además de las reuniones, de las declaraciones, de los manifiestos que ya vendrán y de la cruzada internacional que hay que hacer con la fuerza que nos confiere la razón, lo que necesitamos urgentemente es tomarnos las calles, pasar por encima de las rotondas y gritar al mundo que somos libres, que queremos paz, que no somos esclavos de nadie, que no tenemos miedo, que éste país es de todos y no de nadie, que ya antes vencimos, que lo podemos volver a hacer y que sí podemos cambiar las cosas aunque afuera nos espere el garrote y el insulto, de los que creen que estamos cotos y que no somos capaces en defensa de nuestras vidas de sacarlos de donde para que nunca más Nicaragua les permita volver a levantar la mano contra la nación ni contra ninguno de sus ciudadanos.

Francamente no se que celebra Ortega ni sus turbas divinas. El “GOLPE DE ESTADO” contra la constitución tiene al emperador en el proceso de presidente a presidiario. Este disparo contra la democracia hay que verlo en el espejo de Honduras sin necesidad de mandar a comprar los huevos que se necesitan. Si Daniel creyó que el resultado de éste adefesio parido por sus magistrados en la Corte Suprema de Justicia seria la prolongación del poder se enredo. Aquí lo que observo es una Nicaragua insurreccionada dispuesta a todo en función de demostrar al mundo que nos observa apáticos, indolentes e incapaces de reaccionar, que estamos en el límite y que basta de más sumisión y de seguir poniendo el lomo a nombre de una gobernabilidad desagradecida que nos atropella y nos arrebata nuestra preciada libertad.

Lógicamente que el efecto inmediato de éste “GOLPE DE ESTADO” contra la constitución de Nicaragua lo que genera es la profundización de la crisis. Ya el mundo libre, impactado por semejante barbarie, revisa el contexto de nuestra nueva realidad y prevé escenarios sumamente difíciles en nuestra nación y no necesitamos una bola de cristal para darnos cuenta que si el orteguismo ya estaba internacionalmente cuestionado por el robo de las elecciones lo del “GOLPE DE ESTADO” es un asunto a examinar desde la letra de la Carta Democrática de la OEA y no hay y no debe haber un ápice de duda en que la exigencia de la comunidad internacional para que el Estado de Derecho y la institucionalidad retornen a Honduras sean igualmente demandadas para nuestro país porque de lo contrario se estarían fundamentando condiciones legítimas para una guerra que pareciera estar en los cálculos dementes de quien no quiere bajarse del poder.

POR NICARAGUA CUESTE LO QUE CUESTE ASI PENSAMOS EN EL MOMENTO.

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