En relación con declaraciones públicas recientes, brindadas por el operador político y diputado del FSLN Edwin Castro, en la cual afirma de manera categórica que comparar la dictadura de Somoza con el actual gobierno es “falsear la historia”, trae a mi memoria hechos históricos recopilados en muchos textos que nos ilustran situaciones que quisiera compartir con los lectores para que sean ellos(as) quienes al termino de estas líneas juzguen si el parlamentario miente o intenta proteger su realidad. Somoza y Ortega (Candidatos ilegales y violadores de la Constitución):

Anastacio Somoza García:
Durante el mandato del Dr. Juan Bautista Sacasa Sacasa (1932-1936), Anastasio Somoza García intento infructuosamente de legitimar su precandidatura presidencial porque la constitución de entonces se lo prohibía doblemente: 1- por ser el Jefe director de la guardia Nacional y 2- por estar emparentado en afinidad con el Presidente en ejercicio, ya que Somoza era casado con dona Salvadora Debayle Sacasa, sobrina carnal del Presidente. Asimismo, Somoza García mediante la compra de conciencias y amenazas, logra dividir el partido liberal en dos alas: los leales al Presidente Sacasa, que propician ante todo la Constitucionalidad civilista y los adeptos a Somoza García quienes por medio de prebendas y halagos pretendían romper el orden constitucional.

En la ciudad de Granada, el 26 de abril de 1936, en el parque Colón; Somoza logra reunir a los “camisas azules”, un grupo de alrededor de 200 intelectuales reaccionarios y al grito de ¡Somoza Presidente!, intentan legitimar de forma desesperada su precandidatura ilegal, que nunca logro conseguir.

El 06 de junio de 1936, después de un golpe de estado militar que dura 5 días, el presidente Sacasa envía su carta de renuncia irrevocable al Parlamento, acortando 6 meses su periodo constitucional. Somoza García nombra como sucesor a don Carlos Alberto Brenes Jarquin, como preámbulo de su obcecada pretensión por la primera magistratura de la nación la cual obtiene el 01 de Enero de 1937 mediante un fraude electoral del cual haré mención en la siguiente entrega.

Daniel Ortega Saavedra:
Al igual que el Tacho Somoza García de 1936, quien tenía un doble candado constitucional para ser candidato presidencial, su mejor alumno Daniel Ortega Saavedra, 73 años más tarde, a pesar de las dos prohibiciones constitucionales conforme al Arto. 147 de nuestra Constitución, la cual dice: No podrá ser candidato a Presidente ni Vicepresidente de la República, 1. El que ejerciere o hubiere ejercido en propiedad la Presidencia de la República en cualquier tiempo del periodo en que se efectúa la elección para el periodo siguiente, 2. Ni el que la hubiere ejercido por dos periodos presidenciales. Pero al vilo de la noche (como delincuentes comunes), el 19 de octubre de 2009, con solamente 6 magistrados orteguistas de la Corte Suprema de Justicia al servicio del Caudillo, se fabrica una seudo sentencia, la número 504, para intentar violar el artículo 147 de la Constitución Política de nuestro país y permitir la postulación como candidato al Caudillo Ortega. Esto magistrados llegaron hasta el descaro de tratar de violentar el artículo 178 Cn y permitir también la reelección de 109 alcaldes (42 de ellos ilegítimos por medio de un fraude electoral, e impuestos por un Consejo Supremo electoral viciado y corrupto al servicio del FSLN).

Después de la ilegal sentencia y como en los tiempos de Somoza, no se pueden escapar de la historia los serviles (magistrados Orteguistas) y pactistas (magistrados del PLC) quienes, estos últimos y después de 9 días, o sea hasta el 28 de Octubre se pronuncian de manera absurda, aduciendo desconocer todo lo actuado por sus “colegas” del partido contrario y que lo habían hecho a sus espaldas.

Casi 3 meses después, el 09 de enero de 2010, Ortega Saavedra impone por la fuerza un decreto presidencial, el numero 03-2010, en el que premia a sus benefactores, prorrogándoles sus periodos; incluso algunos con cargos constitucionales vencidos, ya de facto tanto del Consejo Supremo Electoral, de la Corte Suprema de Justicia, Contraloría General de la República y de la Procuraduría de Derechos Humanos, dando continuidad al Pacto Alemán- Ortega y tranquilidad a sus magistrados, de los que muchos ya habían expresado que “la calle estaba dura”.

Al igual que el Somoza de 1936 en Granada, con sus camisas azules tratando de legitimarlo como candidato, el Ortega de hoy sigue su ejemplo al pie de la letra, a propósito de los recientes congresos del FSLN donde desesperadamente y como último recurso disponible pretenden dar muestras de simpatía y legitimidad a una candidatura que la gran mayoría de los Nicaragüenses nos oponemos; y no porque sea Ortega, sino porque es violatoria de nuestra constitución.

¡Juzgue usted si Ortega y Somoza son la misma cosa!..
Las cicatrices que nos ha dejado nuestra historia no se logran borrar porque a través del tiempo surgen siempre algunos personajes que pretenden falsearla para beneficio de sus propios intereses.

*Coordinador grupo de alcaldes 9 de Noviembre