Decía en tono humorístico el escritor paraguayo Helio Vera que es frecuente en Paraguay que algunos usurpadores se autodenominen “sociedad civil”, y se instalen en las llamadas ONG. Los miembros de estas asociaciones taciturnas tienen la costumbre de elegirse a sí mismos, y aunque posean tan débil respaldo popular, acostumbran reclamar la totalidad de la representación social y por ende, funciones, derechos y privilegios que corresponden a entidades legítimas.
En Paraguay se los conoce por ser un grupo de infatuados habitués de la embajada norteamericana que se consideran una raza superior al resto de los mortales.
La arquitecta Mabel Causarano es una inequívoca representante de este privilegiado círculo de "notables" promocionados por el andamiaje NED USAID CIA dentro de la sociedad paraguaya.
Esta exponente de la conocida rosca que se dedica a abogar por intereses extranjeros, sigue siendo cuestionada por diversos sectores desde que fue nombrada ministra de Cultura por el presidente Horacio Cartes.
Su nombramiento se dio en el marco de una disputa entre dirigentes políticos del partido que ganó las elecciones, y supuestos "técnicos", eufemismo con el cual se conoce a los abonados de la Embajada. Su presencia causó escozor en filas del multitudinario Partido Colorado, que llevó al poder a Cartes, y varios exponentes de la cultura popular paraguaya se sumaron a los cuestionamientos.
La capital paraguaya incluso amaneció en estos días con murales pintados, repudiando su presencia en el gobierno de un partido contra el que denostó por décadas.
Ahora connotadas personalidades de la cultura paraguaya la acusan de atentar contra el pluralismo, en el consejo de un fondo que promueve las artes en Paraguay.
A los cuestionamientos de la dirigencia del Partido Colorado, ganador de las elecciones del 21 de abril en Paraguay, y que considera una afrenta su nombramiento, se suman voces de reconocidas personalidades de la cultura paraguaya que la acusan de atentar contra el FONDEC, fondo abocado a promover actividades culturales.
Varios cultores de la música popular expresaron a través de espacios radiales su total desacuerdo con su designación y con sus actitudes elitistas, rayanas en el desprecio a la cultura popular del pais. A ello se sumaron otras destacadas personalidades de diferentes ámbitos.
Causarano, a quien acusan de despidos injustificados en su secretaría de estado y de recortar los ya escuálidos presupuestos para la cultura, ahora también es acusada de ser ignorante de la ley.
Pero la más grave disidencia con su presencia en el gobierno viene nada más y nada menos que del partido de gobierno, agrupación con decenas y cientos de miles de militantes, algo que podría socavar la gobernabilidad del mismo presidente Horacio Cartes. La impopularidad de Causarano se hizo tan notoria, que algunos jóvenes sortearon entradas a un concierto del grupo de metal Iron Maiden entre “quienes odian a Causarano”.
Pero a pesar de todos los cuestionamientos al “inexplicable” zoquete de Causarano, la exponente de la fatua caterva de agentes extranjeros se mantiene incólume sostenida por su sempiterna cofradía.
Como alguna vez lo advirtiera François de la Rochefoucauld: Para hacerse una posición en el mundo, es preciso hacer todo lo posible para hacer creer que ya se tiene.