El veto total a la Ley 606, Ley Orgánica del Poder Legislativo, que ha sometido el Presidente Enrique Bolaños, obliga a su pleno rechazo, aún cuando algunos de los argumentos presentados por el Presidente tengan fundamento y coincidamos la mayoría de los Diputados, que decidiremos sobre el destino de esta iniciativa de Don Enrique.
El periodo de la Junta Directiva y la conformación de las Comisiones de la nueva Asamblea que tomará posesión en 18 días, nos obliga a rechazar el veto y a votar en consecuencia por la vigencia inmediata de esta ley, que dispone una nueva manera de operar del Poder Legislativo, acorde con el interés y los derechos de los ciudadanos, con la mayor disciplina de los diputados y con la gobernabilidad del país.
Los siete cuestionamientos que argumenta el Ejecutivo en su “Expresión de Motivos”, bien pudieron ser presentados como un ‘veto parcial’, proponiendo después de la crítica la supresión o reforma –con nueva redacción- de los artículos cuestionados.
De esa manera la iniciativa de Don Enrique no atentaría contra la gobernabilidad y posiblemente hubiese merecido nuestro respaldo. Pero así como está presentado el veto presidencial, no cabe más que el rechazo, y, -en paralelo a los recursos que se anuncian que serán interpuestos en su contra-, presentar con diligencia la reforma necesaria para superar a la brevedad las deficiencias y tener una óptima ley, acorde con la Agenda y Visión de la nueva administración.