El Secretario de Seguridad de Río de Janeiro, Brasil, Roberto Precioso, dijo que la violencia desatada por los narcotraficantes que se enfrentaron a la policía, se debe al deseo de esos grupos delictivos, que quieren evitar que el nuevo gobierno del Estado de Río de Janeiro que asumirá el próximo lunes, vaya a poner mayores restricciones en las cárceles que alojan a los capos.
El jueves en horas de la madrugada los narcotraficantes atacaron 8 comisarías y puestos de la policía, un Hospital, cuatro autobuses y dos coches policiales fueron quemados en distintos barrios de Río y su Zona Metropolitana. El saldo de la violencia dejó a 18 personas muertas y más de 30 heridos.
La acción violenta fue organizada por el Comando Rojo un grupo ligado a los narcotraficantes de las favelas. Se dice que esta vinculado al Primer Comando de la Capital, PCC, que en mayo del año pasado durante varios días en Sao Paulo generó la violencia. El PCC esta ligado a un grupo de reclusos de los presidios de seguridad extrema que están agrupados políticamente. La Ciudad de Río se prepara para organizar festejos de la nochevieja en las turísticas playas de Copacabana, Ipanema y Leblón. Se calcula que un millón de brasileños participarán en el espectáculo de juegos artificiales que atrae a turistas del Mundo.
El ataque de los narcos no alterará los festejos programados para la temporada de fin de año, según dijo el Alcalde de Río de Janeiro César Maia. Las autoridades también han expresado que las acciones violentas de los narcotraficantes, según los analistas y expresiones de los propios narcos, a la existencia en 80 favelas de la Ciudad de Río de Janeiro de milicias paramilitares que se están instalando con el pretexto de mantener seguridad a la población. Los narcotraficantes atacaron a la población indefensa que viajaba en un bus a quienes robaron. Luego rociaron de gasolina el vehiculo y lo incendiaron.