-"Tras conocerse los resultados oficiales bolivianos se puede concluir que Evo Morales ha ganado con el mayor porcentaje que haya obtenido un candidato de oposición desde que su país aprobó el sufragio universal y también dentro de Sudamérica en lo que va de los años 2000.
Por primera vez desde la revolución de 1952 las elecciones bolivianas quedaron polarizados entre “duros” de izquierda (MAS sacó 54%) y de derecha (Podemos de Quiroga del partido del ex dictador Bánzer obtuvo 29%). El ausentismo y los votos nulos blancos/nulos fueron posiblemente los más bajos que haya tenido ese país.
El MNR, el partido que dominó al país en los últimos 55 años y de cuyas filas salieron quienes estuvieron en casi todos sus gobiernos civiles en dicho lapso, se redujo a un 6%. Unión Nacional del millonario Doria Medina no llegó al 8% pues fue víctima de la referida polarización. Otros partidos que llegaron a superar el sexto o quinto de los votos válidos quedaron moribundos: NFR, MIR, UCS y CONDEPA.
Por sus orígenes sindicales, campesinos e indios, por su discurso socialista, por su trayectoria huelguista y bloqueadora y por la presencia de un ex guerrillero en la vicepresidencia, el MAS podría hacer un gobierno más zurdo que el de Chávez. Sin embargo, no se basa en las FFAA, carece de petrodólares y no controla el legislativo. El congreso, debido a que no se elige representativamente, ha reducido el cupo parlamentario del MAS a un 40% de éste (65 de sus 157 integrantes), casi igual que los 61 de Podemos. Los centroderechistas MNR y UN, con 15 y 11 congresistas respectivamente, también tiene más curules que porcentaje obtenido.
Morales ha obtenido 66% en el departamento más poblado e importante (La Paz) y alrededor del 60% en los otros 3 departamentos del oeste andino (Cochabamba, Oruro y Potosí). En Chuquisaca también ganó. En Santa Cruz (el segundo departamento en población y motor económico del país) el MAS consiguió un respaldo mejor al esperado (33%), pero la derecha sigue allí campeando. En Tarija, Pando y, sobre todo, Beni los socialistas han quedado demasiado debajo de Podemos.
Bolivia queda dividida electoralmente en la región alta que geográfica y políticamente está la izquierda mientras que las tierras bajas lo están hacia la derecha. Esta se verá obligada a usar su mayoría congresal y el regionalismo chapaco y camba para frenar la política nacionalista del presidente.
Morales puede recorrer el camino de Lagos o el de Allende. El primer sendero implica seguir lo que Lula y Vásquez hacen en Brasil y Uruguay: gobiernos de izquierda que mantienen una buena relación con EEUU y con los mercados. El segundo conlleva a medidas “anti-imperialistas” que conduzcan a choques entre sindicatos que demanden una revolución y una derecha que no dude en usar la fuerza para evitar que el presidente cumpla su mandato constitucional."-