La Jornada
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ACTUALIZADO: 12 DE JULIO DE 2006
Amigo
Por Enrique César Cabrera

El 20 de julio, en la República Argentina, se celebra el DÍA DEL AMIGO.

Un argentino, Enrique Ernesto Febbraro, fue quien lograra que, con esfuerzo, tiempo y dinero, se instituyera esta conmemoración en su país y en otros de América Latina.

Enrique Ernesto Febbraro nació en 1924 en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en donde actualmente vive.
Es Odontólogo, Profesor de Filosofía, de Historia, de Ética, de Sicología  y Músico.

Su interesante personalidad le hizo obtener premios, distinciones y reconocimientos internacionales. Fue candidato en dos oportunidades, al Premio Nobel de la Paz.

Con él concretamos este reportaje en su domicilio con el fin de conocer y difundir detalles de su emprendimiento y de su pensamiento.

Pregunta - ¿Desde cuándo tomó conciencia del concepto de amistad?
Respuesta – Yo tuve desde muy pequeño grandes experiencias de vida, en ese sentido.
Es inolvidable para mí la escuela República de México, de Buenos Aires, donde realicé mis primeros estudios. Y nunca olvidaré a su directora. Era una educadora de físico robusto que nos enseñó a conocer los amigos por sus cualidades. Con ella conocimos el arte, la cultura. A pesar de ser una persona de fuerte carácter jamás le tiró del pelo a ningún alumno, actitud ésta que sí les conocí a muchos maestros.
Para mí fue siempre ejemplo de vida, enseñanza que incluí en mi programa pedagógico y que siempre orienté hacia mis discípulos.
Recuerdo también, cuando me dedicaba a la música, que yo congregaba mucha gente en el Círculo Juan Sebastián Bach y me doy cuenta que lo hacía no sólo para escuchar música, sino para provocar además la vinculación entre los asistentes.

Pregunta - ¿Recuerda a su primer amigo?
Respuesta – No sólo lo recuerdo. Al día de hoy yo lo tengo a él y él me tiene a mí.
Se llama Victorio. Éramos pequeños, vivíamos en el mismo barrio e íbamos a la misma escuela. Desde entonces somos amigos.
Cuando Victorio rindió su último examen en la facultad de Medicina, yo estaba en la puerta de la cátedra esperando que saliera. Cuando lo hizo nos estrechamos en un abrazo y le entregué una cajita con  tarjetas que decían: Victorio Anselmo – Médico.
En ese tiempo yo estaba en otro tema muy distinto. Era músico y mi tiempo lo dedicaba  vinculándome con grandes musicólogos, con historiadores y maestros de la música, con grandes intérpretes, pero no podía estar ausente en uno de los momentos más importantes de la vida de mi amigo para compartir su alegría, que era mía también.

Pregunta -  Las actitudes amistosas entre dos personas, las convierten en amigos?  Respuesta – Los términos “amistad” y “amigo” tienen distinta significación. Entre ellos yo marco una profunda diferencia.
El término “amistad” suena muy poético, y de hecho es muy lindo, pero es una virtud abstracta por completo, que no crea compromiso. En cambio “amigo” señala a una determinada persona. A mi amigo yo lo puedo presentar. Es alguien con nombre y apellido y con quien sí adquiero un compromiso, que se torna recíproco.
El amigo no es un mero conocido con quien sí se puede, y se debe tener actitudes amistosas, sin que genere compromiso alguno. Y no está mal que así sea el trato entre las personas.
“Haz bien sin mirar a quién”, no es una sentencia exclusivamente religiosa. Es una sentencia de hondo contenido filosófico.
Pero amigo se es en las buenas y en las malas. Los amigos comparten el sufrimiento y la dicha. Se acompañan en todo, en la alegría y en los malos momentos.
Tener un amigo es tener una verdadera fortuna.

Pregunta – ¿Puede uno tener amigos con sólo proponérselo?
Respuesta – El vínculo de amigo es muy íntimo. Uno no puede ser amigo de cualquiera.
Hay que lograr los niveles de respeto, espirituales y culturales, que permitan alcanzar el vínculo. El primer paso es la simpatía. Es como dos copas de agua. Cuanto más se acercan a tener la misma cantidad de líquido, al golpearlas se irán acercando a tener un sonido más parecido.

Pregunta - ¿Es ilimitada la cantidad de amigos que una persona puede tener?
Respuesta – La naturaleza nos está indicando con los cinco dedos de la mano izquierda, la del corazón, el número máximo de amigos  que una persona puede tener.
Con esta metáfora quiero señalar que al amigo hay que atenderlo, hay que darle parte de nuestro tiempo.
Hay gente que dice tener un centenar de amigos. Pero confunden los términos. Podrán tener un centenar de relaciones amistosas. Amigo es otra cosa. Por lo general los que se atribuyen tantos amigos suelen no tener ni uno solo.

Pregunta - ¿Cómo surgió en usted la idea de crear el DÍA del AMIGO?
Respuesta – Tenía dieciocho años de edad cuando, junto a otro periodista, trabajaba en un programa de radio. La producción del programa nos imponía comentar las distintas celebraciones del calendario. Y así hablábamos del día de la madre, de fechas patrias, de alguno que otro día santo, etc., etc. Y yo me dije cómo, entre tantas menciones, no había una que señalara a una de las cosas más lindas que nos da la vida: EL AMIGO.
Y a partir de ese momento me propuse encontrar la fecha en la que, a mi juicio, debía celebrarse.
Pasaron los meses, pasaron los años, hasta que un día la prensa anuncia que el 21 de julio de 1969 se realizaría el primer alunizaje y me dije: “¡Ese será el día!”.
Inmediatamente hice imprimir 1.000 tarjetas, en ocho idiomas, con un texto que daba a entender mi propuesta de señalar este día como el DÍA del AMIGO e invitarles a que envíen cartas de salutación a sus amigos en la actitud de dejar instituida la fecha

Pregunta - ¿Por qué ese hecho le señaló la fecha buscada?
Respuesta – Primero porque creo en la ciencia, y luego porque creo en el esfuerzo, en el valor y en la inteligencia del ser humano puestos al servicio de la humanidad.
Yo entendí que no era una empresa meramente de conquista. Era para abrir nuevos caminos de comprensión y entendimiento. Era un hecho que amalgamaba y que generaba en toda la gente, sin excepción, un deseo en pro del éxito de la misión de los astronautas.

Pregunta - ¿En dónde y cómo vivió el alunizaje?
Respuesta – En ese tiempo yo ejercía de odontólogo y tenía el consultorio en mi domicilio ubicado en Lomas de Zamora, ciudad a 17 kilómetros al sur este de la ciudad de Buenos Aires.
El hecho lo viví a través de la televisión y la radio. Me resultó conmovedor, de una emoción inconmensurable, que me hizo reafirmar mi convicción y exclamé: “Sin duda, ¡éste es el DÍA del AMIGO!”.

Pregunta - ¿A partir de ese momento, cómo logró que se instaure en el calendario?
Respuesta – Para dar a conocer esta iniciativa filosófica del Día del Amigo, realicé grandes inversiones de tiempo, esfuerzo y dinero, para que el mundo conociera mis cantos de vida y esperanza.
Desde mi domicilio envié las mil tarjetas. Tuve que corregir a mano la fecha porque, al tiempo de encargarlas, el alunizaje estaba previsto que se realizara el día 21 y en realidad se produjo el día 20 de julio, un día antes. Cuando la nave espacial, con sus tres tripulantes, concretaba su regreso triunfal a nuestro planeta, ya había enviado todas las tarjetas, con destino a empresas periodísticas, a gobernantes, a entidades privadas, etc. de cien países, cuyas direcciones había comprado.

Pregunta - ¿Qué respuesta obtuvo?
Respuesta – De este primer envío recibí setecientas respuestas concretas y entendibles, que conservo y conservaré siempre. Las mejores  fueron las que me enviaron de los Países Bajos.
Estos centenares de cartas que recibí contestando las mías, me hicieron sentir que quedaba plasmado el 20 de julio como DÍA INTERNACIONAL DEL AMIGO.
Después de treinta y tres años, continúo dando a conocer,  por correo,  mi mensaje por todo el mundo
.
Pregunta -¿Su mensaje siempre viajó por correo?
Respuesta – No siempre. Obtuve invitaciones de distintos países. Me querían conocer en persona, y me conocieron en México, Estados Unidos, Sud África, Egipto, Israel, etc. En todos ellos expuse mi pensamiento, a través de conferencias. Luego me paseaban por acá, por allá … Siempre recibí  excelente trato.

Pregunta – ¿Se puede decir que, con su logro, el calendario suma otra fecha comercial?
Respuesta – Por supuesto que el comercio siempre se vale de todo. Para el clero es importante que haya un día santo; para los políticos es importante las fechas patrias. Porque ellos, por sus propios intereses, hacen un comercio de las celebraciones.
 El comercio no tiene amigos.
Regalar por obligación me parece una tontería. Yo no hago regalos por obligación. No quisiera que el DÍA del AMIGO sea una fecha meramente comercial. Con los grandes sentimientos no se debe jugar, ni ellos se demuestran por obligación.
Hay quienes regalan con el fin de recibir ciertos beneficios, es decir siempre a cambio de algo. Éstos no son amigos ni de ellos mismos.

Pregunta – ¿Considera que el término “amigo” adquiere en Argentina, un significado propio que no es comprendido en otros países?
Respuesta – Argentina es uno de los pocos países donde el término “amigo” adquiere un significado propio y que nos complace. Algunos son amigos por conveniencia. Yo te convengo, tú me convienes, por lo tanto somos amigos. Entre nosotros no es así.
 En Argentina, los amigos, conforman una relación de entrega en cierto modo incondicional. Este concepto es compartido en pocos países.

Pregunta – Un personaje de sainete (1)  dice: “Nadie debe denunciar al amigo, aunque el amigo sea culpable”. Entiende usted que, este grado de fidelidad al amigo, nos es propio?
Respuesta – Totalmente propio a nosotros. En casi toda la literatura argentina se habla de intensas amistades, más que de pasiones amorosas
El sociólogo Julio Mafud señala en una de sus obras que es lícito suponer que si el quehacer social argentino hubiera permitido una amplia relación de sexos en todos sus períodos de estructuración, el vínculo de amigo como fenómeno social no hubiera adquirido relieves tan intensos.
La amistad quedó estructurada como la fuerza social argentina más potente.
Aún hoy nos resulta más repudiable la traición a un amigo, que ser ladrón.

Pregunta – Durante el mes de abril de este año se ha elegido en España la palabra más bella, y la más votada fue “Amor”, ¿Qué consideración le merece?
Respuesta – Está muy bien. Sólo el que nos ama nos ayuda a crecer mientras recorremos el camino de la vida.
Pero es de destacar que entre las 20 palabras más votadas se encuentra “Amistad” y no “Amigo”.
Acá, entre nosotros, en una encuesta realizada por un diario argentino, fue elegida en 1er. lugar “Mamá”, en 2do. lugar “Papá” y en 3er. lugar “Amigo”.

Pregunta - ¿Existen temas que puedan poner en riesgo el vínculo y que por lo tanto no deberían o no convendrían que se trataran entre amigos?
Respuesta – Los amigos pueden tener diferentes opiniones, distintas creencias, etc. sobre el tema que sea.
Entre mis amigos hay quienes tienen religión y otros que no la tienen. Sobre política todos pensamos distinto. En este sentido yo creo que los pueblos están en manos de los más ignorantes, insensibles y nada válidos porque mienten y destruyen a la gente. Son hombres amorosos para destruir y rebeldes para crear. Y esto me da mucha pena. Yo no veo actitudes generosas en los gobernantes.. Pero esto es mi parecer y no me inhabilita a ser amigo de mis amigos aunque ellos piensen distinto.
Y hablo sobre estos temas porque suelen ser los temas que mas dividen a la gente. Pero entiendo que mientras se hable el lenguaje de la buena educación, de la tolerancia, del crecimiento, del concepto filosófico, ningún tema debe ser prohibitivo tratarlo entre amigos.

Pregunta – ¿Entre amigos puede haber sexo?
Respuesta –Si interviene el sexo se acabó el amigo. Sexo es algo carnal, es algo físico. A lo sumo una emoción básica y no tiene cabida con el vínculo de amigo.
Un hombre y una mujer pueden ser amigos, siempre y cuando no haya sexo entre ellos.

Pregunta - ¿Un padre que da consejos, más que padre es un amigo?
Respuesta -  Los consejos que da un padre a un hijo no son pareceres, son normas a cumplir. Y está bien que así sea. Para eso es el padre. Si fuesen pareceres está bien.
Los vínculos de familia no son los vínculos de los amigos.
Hay familias en las que sus miembros se prodigan un trato correcto, pero el vínculo es distinto al de amigo.

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