Maestro Saint German
Confederación de la Galaxia

¿Se dan cuenta de qué servicio tan maravilloso están brindando al resto de la Creación?
Ustedes trabajan afanosamente, día tras día, tal como lo hicieron durante miles y miles  de años, y todavía pocos de ustedes comprenden la magnificencia de sus logros. El tiempo es un concepto extraño cuando ustedes son informados que todo está ocurriendo dentro del “ahora”. Cuando ustedes adquieran una conciencia plena y sean capaces de reflejar este concepto del tiempo, en los cientos de vidas que ustedes han tenido, todavía no les proporcionará una sensación del tiempo, tal y como ustedes lo interpretan. Su grado de conciencia es como una totalidad de todas sus experiencias vividas hasta ahora; en otras palabras, es lo que tienen para ofrecer  al resto de la Creación. 

La Humanidad es una suerte de gran caldero donde se hallan inmersas diversas experiencias concebibles que  son posibles en una dimensión física. Una experiencia que tiene que atravesar, con matices positivos como negativos, tiene los ingredientes necesarios para proveer las pruebas que los han mantenido ocupados en todos los tiempos. El mal es un término que ustedes utilizan para describir aquellos que no es de la Luz, y, cuando miran atrás, ello no tiene el impacto emocional que pudo haber tenido en su momento. Muy pronto, ustedes serán capaces de considerar cualquier experiencia con sentimientos desligados de la Dualidad. Estando sobre la Tierra, aún no tienen esa habilidad, aunque ahora, muchos de ustedes hacen todo lo posible para mantenerse enfocados en el  punto medio de cualquier actividad que tiene lugar alrededor suyo.

Al presente, ustedes son Seres Emocionales, y muchas de sus reacciones son impulsivas y no están realmente bajo su control. Ustedes tienden primero a actuar, y después, recién a pensar, y, hasta cierto punto, ése es el resultado de su reacción instintiva por su supervivencia. Por ello, quiero decirles que en estos tiempos previos a la Ascensión, el enemigo más grande que frena su  progreso es el ego, y, por tanto, gran parte de sus problemas son porque éste (su ego) no se halla bajo su control. Alrededor de sus personas, ustedes han construido una pared defensiva, la cual reacciona automáticamente, cuando su ego les hace creer que están siendo lastimados, insultados o agraviados, o, que, en su caso, su orgullo estaría siendo ultrajado. A menudo, cuando se encuentran dos personas, cuyos egos tienen reacciones emocionales prácticamente iguales,  puede incluso llegar a las agresiones físicas, por cuanto ninguno querrá ceder el paso al otro. Precisamente, muchas de las guerras han sido causadas por supuestos insultos u ofensas que el líder de un país creyó recibir, de parte del otro. De la misma manera, en el mundo actual se genera mucha violencia, por la acción de alguna gente que defiende sus principios religiosos a ultranza, con base a en fundamentos secantes e intolerantes.

Todos éstos son ejemplos de cómo, todos los días, ustedes andan en la “cuerda floja”, y, por ello ¿acaso no es sorprenderte para los hombres de hoy, ver que hace más de 2,000 años, precisamente, el Maestro Jesús, en una de sus mayores enseñanzas indicaba, “a quien te abofetee la mejilla derecha, debieran ofrecerle la mejilla izquierda? Por supuesto, en la sociedad en la que viven hoy, ello es muy difícil de hacer, porque, por un lado, una actitud de esta naturaleza, no sería correctamente interpretada por la otra persona. Por otro lado, el hecho de desechar una reacción emotiva y, en su lugar, “ofrecer la otra mejilla” frente a una supuesta agresión u ofensa, podría ser interpretado como un signo de humillación o debilidad. Por ello, deben estar claros sabiendo que no podrán actuar “ofreciendo la otra mejilla”, por lo menos, mientras no hayan aprendido a controlar sus emociones, o, si ustedes quieren, mientras no hayan logrado controlar su ego.