Miles de mujeres en el Día internacional de la Mujer, 8 de marzo, en  la capital de Managua, Nicaragua, C.A., marcharon  por las calles en demanda del acceso al agua y culminaron su protesta frente a la Empresa Nacional de Acueductos y Alcantarillados, Enacal, exigiendo el inmediato restablecimiento del servicio en decenas de barrios y comunidades. La  pastora pentecostal de la comunidad de San José de Masatepe, a 60 kilómetros al oriente de esta capital, Irene  Traña, considera que el problema más sensible entre las  mujeres en sus hogares es la escasez de agua, y, la violencia intrafamiliar. Ayer 8 de marzo se cumplieron 3 meses que centenares de comunidades como la de ella  no tienen el vital servicio. También demandaron que los diputados discutan la Ley General del Agua en lo particular, porque hasta la fecha esta aprobada en lo general y hay temor que se privatice el servicio.

La Marcha promovida por la Alianza por el agua y otros movimientos sociales, al pasar por la sede de la embajada norteamericana, gritaron “Yankees fuera de Irak, no mas  guerra”. También demandaron el cese de todo tipo de violencia contra la mujer. Mientras Ruth Selma Herrera, directora de la Red, ante el clamor del Pueblo de la escasez de agua en esta capital y comunidades rurales como San José de Masatepe donde 10 mil pobladores llevan tres meses sin el servicio, pidió a la Asamblea Nacional la intervención de la empresa Enacal.

El diputado Jaime Morales Carazo, presidente de la Comisión del Medio Ambiente de la Asamblea, dijo que es insólito que Nicaragua siendo el país con más agua de Centroamérica, tenga el 70 por ciento de la población sin servicio continuo de agua. Eso es vergonzoso. El Ministro de Educación, Miguel Ángel García, dijo que hay 600 escuelas sin el servicio de agua porque Enacal alega que no tiene suficientes fondos para pagar la energía eléctrica.

Morales dijo que hace falta voluntad política del gobierno para asumir con responsabilidad la solución de la crisis de agua. También el parlamentario propuso que se aprueben en lo particular los seis primeros artículos de la  Ley General de Agua para evitar desterrar la posibilidad de una privatización o cualquier otro tipo de negociación.