Managua, 22 de marzo de 2006.- La defensa de los derechos humanos en todo el mundo es un compromiso urgente, pero a la vez una movilización de alto riesgo que pone en peligro la vida de los defensores, en un contexto cada vez más hostil por la multiplicación de medidas excepcionales en nombre de la lucha antiterrorista, el resurgimiento de extremismos religiosos y de la intolerancia, así como por el aumento de las desigualdades generadas por la mundialización, entre otros factores señalados en el Informe 2005 del Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos, dado a conocer hoy en todo el mundo como parte de un programa conjunto de la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) y la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH), organizaciones a las que pertenece el CENIDH .
Este informe recopila los casos de un mil 172 defensores de derechos humanos, así como los obstáculos a los que se enfrentan las organizaciones de derechos humanos en cerca de 90 países “y aunque no pretende ser una investigación exhaustiva documenta muy bien la situación global de los defensores de derechos humanos, presenta un análisis de las tendencias de las represalias que incluye asesinatos, desapariciones forzadas, torturas, amenazas de muerte, arrestos y detenciones arbitrarias, campañas de hostigamiento y persecución, entre otras gama de métodos de represión, muchas veces impulsados por los mismos Estados”, asegura la doctora Vilma Núñez de Escorcia vicepresidenta de la FIDH y presidenta del CENIDH.
En América Latina, los defensores de derechos humanos continúan confrontados a una represión de violencia sin igual. En Guatemala, la situación de los defensores de se deterioró en 2005, particularmente en lo que se refiere a sus actividades en favor del refuerzo del estado de derecho y la lucha contra la impunidad. Así, el Movimiento Nacional para los Derechos Humanos (MNDH) registró, entre el 1° de enero y el 21 de octubre de 2005, 214 casos de violaciones contra los defensores, un 37% de ellas cometidas contra defensores que luchan contra la impunidad.
En Guatemala, durante los últimos cuatro años se contabilizó un número alarmante de ataques, forzamiento de cerraduras, robos y amenazas dirigidos contra ONG, funcionarios de justicia, expertos legales y testigos implicados en casos de violaciones de derechos humanos. Este problema empeora por la ausencia de voluntad política para actuar contra estos grupos y la falta de medidas de protección adecuadas.
En Haití, el gobierno de transición no ha conseguido detener la violencia que genera decenas de muertos y heridos y que hace aun más arriesgada la posición de los defensores.En México, algunos defensores de derechos humanos son víctimas de amenazas de muerte y actos de intimidación debido a sus denuncias públicas de violaciones cometidas por la policía y de sus repetidas demandas con el objetivo de lograr el castigo de los abusos cometidos en el pasado.
En Argentina, en el marco de la celebración de la III Cumbre de los Pueblos y de la IV Cumbre de los Jefes de Estado de las Américas en Mar del Plata a principios de noviembre de 2005, fueron arrestados y puestos en detención decenas de participantes que protestaban, entre otras cosas, contra la falta de consulta de la sociedad civil en la aplicación de los acuerdos del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y la presencia del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Sr. George W. Bush.
En Colombia, el Observatorio ha tratado los casos de 47 asesinatos a defensores, siendo otros 15 de ellos torturados o secuestrados. Numerosos de ellos son igualmente objeto, en el conjunto del continente, de detenciones arbitrarias (61), tras montajes de procesos judiciales, basándose en ocasiones, de acusaciones de rebelión o de terrorismo. Colombia continuó siendo uno de los países, más peligrosos del mundo para los defensores de derechos humanos que denuncian la política de Gobierno en cuanto a seguridad y derechos humanos en el marco del conflicto armado.
Aunque la comunidad internacional reconoce cada vez más la legitimidad de sus acciones, la represión en contra de los defensores de derechos humanos continúa e inclusive se intensifica, la técnicas represivas se universalizan, y todo ello dentro de la mayor impunidad para los autores de tales violaciones.
En el 2005 numerosos defensores fueron víctimas de actor violentos, tal como lo recopila el informe: --117 casos de asesinato o de intento de asesinato
--92 casos de malos tratos o tortura
--56 agresiones físicas
--142 amenazas de muerte
--315 detenciones arbitrarias
Controlar y aislar a las ONG
En el 2005 numerosos Estados como Belarús, Federación de Rusia, Irán, Nepal y Sudán modificaron las disposiciones legales para endurecer las condiciones de registro de las ONG, facilitar sus suspensión o inclusos su disolución, o también para limitar el financiamiento extranjero.
En Túnez, durante las semanas que precedieron a la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI), realizada del 16 al 18 de noviembre del 2005, el conjunto de representantes de las organizaciones tunecinas independientes y los intelectuales críticos del régimen, sufrieron la interrupción de sus comunicaciones con el extranjero y la suspensión de sus conexiones privadas a Internet.
La censura se generalizó en Túnez, y toda publicación tuvo que someterse al examen del Ministerio del Interior, antes de su difusión. entre otras acciones que impidieron la realización de un evento paralelo desde la sociedad civil.
Los defensores y la lucha contra la impunidad
Los defensores de derechos humanos implicados en la lucha contra la impunidad han continuado siendo objeto de represalia. En Brasil, el 12 de febrero de 2005, fue asesinada la Hermana Irma Dorothy Stang, representante de la Comisión Pastoral de la Tierra y militante del Movimiento Nacional por los Derechos Humanos. La Hermana Stang era particularmente activa en la lucha contra la impunidad de la que gozan los latifundistas, autores de actos de violencia contra campesinos sin tierra y sus defensores, en el Estado de Pará.
La defensa de los derechos humanos en situación de conflicto política o armado representa grandes riesgos: no solamente la inseguridad generalizada conlleva un gran peligro para el trabajo de investigación de los defensores, sino que su acción de denuncia y de protesta es cada vez mas asimilada a un acto de oposición, bien sea del régimen en el poder o a una u otra de las partes en el conflicto. El informe señala entre otras la situación de los defensores en la Federación de Rusia donde las ONG más señaladas son aquellas que critican la política oficial rusa en Chechenia donde siguen ocurriendo graves violaciones a los derechos humanos. Así también se mencionan casos graves en Iraq, Sudán, Israel y en los territorios palestinos ocupados.
Pero no sólo en medio de los conflictos armados los defensores reciben toda clase de ataques. Los defensores de los Derechos Económicos Sociales y Culturales también son víctimas de agresiones, especialmente en la lucha por los derechos sindicales. Los que luchan por el respeto de los derechos de las minorías culturales y sexuales también sufren numerosos actos de violencia. En Jamaica, en la víspera del Día Mundial contra el SIDA, el 30 de noviembre de 2005 fue hallado sin vida el cuerpo del Sr. Steve Harvey, defensor de las personas afectadas por el VIH/Sida.
El CENIDH se suma a la demanda de respeto y protección de los defensores de derechos humanos que en todo el mundo se enfrentan a Estados, grupos económicos y a particulares violadores de derechos humanos, en la demanda de justicia para todas y todos según los preceptos de la dignidad humana.
Como organismo de derechos humanos, el CENIDH saluda la publicación de este Informe, referente indiscutible que sistematiza invaluable información sobre la labor y valentía de los defensores y sus luchas en todo el planeta. |
