La atención nacional e internacional para salir de la situación política interna se centra en la pelea que sostendrá el sábado 6 de mayo el campeón peso súper Walter del Consejo Mundial del Boxeo, CMB, el nicaragüense Ricardo Mayorga Pérez, con el carismático Oscar de La Hoya. El nicaragüense Ricardo Mayorga Pérez decidió al fin salir a pelear el sábado 6 de mayo luego que había reclamado una mayor cantidad por el pago de bolsa.
Se queda en 2 millones de dólares y una bonificación de 200 mil dólares después de la pelea. Sin embargo, fuentes extraoficiales señalan que se irá luego del combate con un millón y medio de dólares. La petición de Mayorga por 8 millones de dólares en lugar de dos como estaba firmado fue superada porque indudablemente es parte de la política de Marketing boxístico que desarrolla el campeón mundial de boxea.
Es un imitador de Mohamed Alí pero nunca podrá llegarle en su estilo promocional si ustedes se fijan en los videos de la época. Alí no era ofensivo, ni tocaba a la familia, ni a la esposa de los boxeadores. Algo que es muy apreciado en Estados Unidos y el mundo pero que es alto ese concepto en esa nación. Ahí podría darse un elemento adverso desde el punto de vista psicológico para Ricardo Mayorga Pérez. La esposa de Oscar de La Hoya le encomendó a su marido que aplique toda su venganza sobre Ricardo Mayorga. Toco la fibra más sentida de un ser humano.
En ese sentido De La Hoya tiene un elemento fundamental en su favor desde el punto de vista psicológico que puede llevar a la muerte inmediata a Mayorga en el combate. Recordando la película El Padrino uno, Don Corleone le decía a uno de sus protegidos: “Al enemigo no hay que odiarlo mucho porque obnubila el pensamiento”. Mayorga Pérez esta cometiendo un grave error y es que esta repitiendo demasiado su marketing boxístico previo a la pelea que lo esta llevando a tener sentimiento muy sincero de odio contra de La Hoya.
Ese odio le podría originar que el pensamiento se le vea obnubilado a la hora de las verdades en el ring de boxeo. Solamente basta recordar la reciente pelea del “Finito” Arce con Rosendo Álvarez en el cual salió a relucir de Álvarez el odio contra el “Finito” que no condujo a nada claro sino que a la derrota contundente propinada. Recordemos que una batalla tiene más razones y contundencia en el sentir psicológico que cualquier discernimiento aplicado al físico. Este puede estar preparado pero sino se aplica el principio de “mente sana para cuerpo sano” no servirán para nada las causales físicas.
Debe prestarle ojo Mayorga Pérez a este elemento y factor fundamental. Fíjense de las declaraciones de De La Hoya que no lo llenan de odio: “Los insultos, lo que ha hablado, es una falta de respeto. Puede atacarme, mencionar que va a noquear, no tiene que atacar a mi familia, mi esposa, a mi raza. Eso es una falta de respeto. Digo que le voy a ganar, que lo voy a noquear”. Expresó de La Hoya que Ricardo Mayorga es “un peleador fuerte, tiene mucho aguante. Con un descuido de mi parte puede golpear en la quijada y noquearme.
Como siempre soy una persona educada, con mucho respeto, aunque él me insultó, yo respeto el boxeo, al boxeador. Se le tiene que saludar, dar el respeto al contrincante, señaló el famosísimo Oscar de La Hoya a pocas horas de enfrentarse al matador Ricardo Mayorga. Días atrás Mayorga le regaló a De La Hoya en una conferencia de prensa un vestido de mujer en el que se leía Golden Girl (La chica de oro).
Su actuación fue de cortesía. Ese elemento psicológico es el que debe de ser considerado por Mayorga. Cuidado matador te va mal y tus cálculos fracasan. Eso sin embargo, se verá a la hora de la hora. Cuando se vean de frente a frente en la zona de peligro entre Ricardo Mayorga Pérez y Oscar de La Hoya.