La llegada del Papa Benedicto XVI a Turquía no concentró grandes multitudes según expresan medios informativos. Se movilizaron 3 mil policías para darle seguridad a su Santidad.
El jefe de la Iglesia católica llegó a Turquía y se reunió con líderes religiosos a los cuales planteó la necesidad de una libertad religiosa que esté “garantizada institucionalmente y sea respetada” en la vida práctica.
Planteó en Turquía un “verdadero diálogo en el Oriente medio para alejar la expansión de los conflictos periféricos y de las acciones terroristas". Se reunió con diplomáticos en Ankara durante su primer día de su llegada a Turquía.