Un daño ambiental sufrió Nicaragua sobre recursos hídricos cuando una fosa que mantenía desechos de combustible de la empresa Esso se rebalsó debido a las constantes lluvias. La situación se dio en Puerto Sandino y varias comunidades de los alrededores resultaron afectadas por el aceite y los residuos de combustible derramado. Varios pozos de agua y el pasto del ganado resultó contaminado. El Gerente General de la Esso, Agustín Fuentes Pereira, minimizó lo ocurrido negando que lo derramado es desecho y no combustible.
Manifestó que la empresa Stanley Spence había excavado una fosa lodo residual para depositar los desechos a 5 kilómetros de Puerto Sandino ya que los tanques estaban siendo sometidos a tratamiento que se les da cada 8 años. Autoridades del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales, MARENA, no había otorgado permiso para la realización de ese tipo de labores.
La Esso no informó del derrame de esa forma violó la ley ambiental. La Vice – Ministra del MARENA, Liliam Osejo, dijo que se abrirá un proceso administrativo. Hizo la diferencia entre el permiso ambiental otorgado a la Esso hace mucho tiempo y el daño ocasionado al medio ambiente. “Deben de remediar los daños que han causado”, sostuvo la vice-titular del MARENA. Se sigue haciendo la evaluación de los daños causados al medio ambiente pero lo que esta claro es que se dio un desastre ambiental en las cercanías del Balneario turístico El Tamarindo a 70 kilómetros de Managua, la Capital de Nicaragua en Centroamérica.
Hace tres años la empresa Texaco fue objeto de investigación y acusación judicial de parte del Estado de Nicaragua, debido a que en la estación de la entrada de la Unidad de Propósitos, se dio un derrame por falta de mantenimiento de 5 mil galones de combustible. Esta situación afectó el manta acuífero que abastece de agua potable a la capital.
La Texaco rehuye su responsabilidad en un juicio que ya lleva más de dos años. No se sabe cómo está la situación y el daño ambiental ocasionado por el derrame de los desechos de combustible en los ríos cercanos a Puerto Sandino. Unos 700 barriles se calcula se derramaron en una quebrada de agua llamada Las Coyundas afectando al medio ambiente.