LONDRES. Al igual que en Chile, la segunda vuelta ecuatoriana se da entre un millonario liberal y un socialista. Mientras que en Chile Bachelet y Piñera se corrieron al centro para querer ganar, en el país que está al norte suyo y del Perú parece ocurrir lo opuesto.
Si Piñera “moderó” a la derecha mapochina buscando quitarle votos democristianos a Bachelet, Noboa acusa a su rival Correa de ser un comunista y pro-terrorista, tan peligroso como Cuba (y eventualmente Nor-Corea). Correa, sin embargo, se muestra admirador de Kirchner y Bachelet, aunque él, a diferencia de la presidenta mapochina, es anti-TLC.
Correa debe decidir qué estrategia debe seguir: 1) la boliviana de Evo Morales, antagonizando al país entre “ricos” y “pobres”; o 2) la de Bachelet, de querer aislar a su contrincante ganando el centro.
Noboa debe escoger entre: 1) persistir en polarizar al país (con lo cual puede abrir una caja de Pandora o ir hacia un gobierno de mano dura); o 2) “moderarse” como Piñera y querer ganar con el voto de los partidos del centro y la centroizquierda.