Hoy hace 33 años en América Latina se vivió un momento de retroceso en las instituciones democráticas. Se dio en Chile cuando los militares encabezados por el Jefe del Ejército en ese entonces, el General Augusto Pinochet Ugarte, impulsó un golpe de Estado. Gobernaba en ese momento el presidente socialista Salvador Allende Gossen. El golpe de Estado se le atribuyó a los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Era una época en que el mundo era bi-polar, existían dos sistemas sociales contrapuestos el Este y el Oeste, Estados Unidos, el mundo occidental y la ex Unión Soviética. Las heridas todavía persisten en Chile donde se recuerdan los campos de concentración de prisioneros en el Estadio de Santiago, la capital chilena.
Los miles de desaparecidos que recuerda la película norteamericana, Desaparecidos, que fue transmitida en las estaciones televisivas internacionales, es una muestra de lo que vivió el pueblo chileno en ese momento. Todavía los familiares esperan respuestas sobre los Desaparecidos de esa época dura para Chile y por consiguiente para América Latina.
Una Historia que ojala nunca más vuelva a ocurrir en los países del Continente americano. Que la democracia por consiguiente se fortalezca y se consolide. Que no haya intromisión nunca de ningún estado fuerte en los asuntos internos y decisiones de los votantes que escogen sus preferencias políticas. Nunca más por favor, la deliberación de los ejércitos, ni la presencia de los militares en los asuntos civiles, que terminan interviniendo y afectando las instituciones democráticas y al poder civil y por ende afectando el desarrollo y consolidación de la sociedad, y, la Constitución política de los Estados. |