Vienen las elecciones y otra vez nos presentan más de lo mismo: planes de gobiernos que nos cuentan maravillosos proyectos que no siempre se pueden cumplir y una gama de candidatos poco convincentes cuando de su amor por Nicaragua se trata.

Los aspirantes a la presidencia proclaman una austeridad salarial para los funcionarios del Estado, apoyo a la pequeña y mediana empresa, prometen reducir la pobreza, combatir la corrupción,  fomentar la industria nacional, pero cuando  “trabajan para el Estado” se les olvida que fue el pueblo quien los puso en ese lugar, y su máxima y única preocupación es enriquecerse cada vez más.

Por esa razón presentamos las debilidades, o más bien, deficiencias de cada uno de los candidatos.

En los próximos comicios electorales están presentes los dos partidos tradicionales el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y alianzas creadas por disidentes de dichas instituciones.

Eduardo Montealegre,  disidente del PLC es el candidato que recibe el apoyo del Presidente Bolaños. Es conocido por formar parte del sector banquero de Nicaragua y por haber ocupado grandes puestos en el gobierno, el más reciente y controversial es el de Ministro de Hacienda y Crédito Público, debido a que durante su administración se cometió uno de los fraudes financieros más grandes de los últimos tiempos, el caso de los Cenis. A pesar de ello, Montealegre niega su participación pero cada vez que los medios le hacen preguntas referentes al tema sus respuestas han sido poco convincentes y contradictorias. Si no estuvo involucrado ¿por qué nunca notó alguna irregularidad?, ¿de ganar las elecciones  también se haría de la vista gorda si ocurre algo similar?, ¿cree que es un hombre honesto?, ¿le gustaría a usted que Montealegre fuera nuestro presidente?

Daniel Ortega, candidato por el FSLN por quinta vez consecutiva y en las tres ocasiones anteriores ha sido derrotado por los candidatos de derecha, pero en ninguno de esos casos Nicaragua ha tenido un verdadero desarrollo, razón por la que piensa que esta vez tiene mayor oportunidad de salir airoso en las elecciones del próximo noviembre. Además ha sido criticado varias veces por sus políticas caudillistas  al no permitir elecciones primarias para elegir al candidato presidencial de “su partido”, también por el pacto que realizó con el ex presidente y ahora reo Arnoldo Alemán. 
 
José Rizo, fue elegido por el ex presidente y ahora reo Arnoldo Alemán por lo que es difícil creer que existirá una diferencia entre el gobierno del ex presidente y el sistema en que se desenvolvería Rizo de ser electo Presidente.
 
Entre los puntos más destacados de su proyecto de gobierno está la generación de empleos y la banca de fomento, pero según sus declaraciones planea hacerlo a través de la inversión pública. Pero existe un pequeño inconveniente, la cartera de proyectos de  inversión pública está desfinanciada y se extingue en el 2008. Entonces,  ¿de dónde va a conseguir el dinero necesario para esta y las otras propuestas que ha hecho a los nicaragüenses de ganar las elecciones? 

Por otro lado, es uno de los candidatos que proponen unir el Pacífico y el Atlántica por medio de la construcción de carreteras, ¿irán a ser igual de buenas que las que nos han heredado los gobiernos anteriores?, ¿realmente usaría todo el dinero que debe ser destinado para ello? ¿o tomará un “poquito” de dinero “prestado” para llenar una que otra cuenta bancaria como lo hizo el Dr. Alemán?

Según Rizo, la única manera de lograr un crecimiento económico de un seis o diez por ciento es a través de un gobierno liberal, su gobierno, pero ¿no eran procedentes del PLC los últimos dos gobiernos?, ¿por qué entonces Nicaragua no ha podido superar el cuatro por ciento?

Edmundo Jarquín, muchos dudan de sus capacidades como posible gobernante de Nicaragua especialmente por su ausencia durante dieciséis años, casualmente los dieciséis años que el Frente Sandinista no ha logrado ocupar cargos en la Presidencia, porque no debemos olvidar que “Mundo” es un disidente sandinista. 

Afirma que su compromiso es con la vida, pero el aborto es un asesinato, sea como quiera que lo “maquillen”, porque el denominarlo aborto terapéutico es una manera de manipular el concepto que siempre es el mismo.

La verdad es que muy poco se conoce de él y la gente no confía en él. Asimismo, su estancia en el extranjero por tanto tiempo podría significar para algunos que ignora lo que necesita Nicaragua para crecer en todos los ámbitos. 

Y finalmente el candidato que menos probabilidades tiene de ganar, no solo por su falta de carisma sino porque ni siquiera ha presentado un plan de gobierno formal, Edén Pastora, otro disidente del FSLN.  También se dijo en varias ocasiones que no tiene muchos recursos financieros y el partido político al que pertenece no tiene grandes nombres que lo respalden.

Además, no podemos obviar el tipo de campañas políticas que promueven estos candidatos, ¿por qué tienen que atacarse entre ellos? No digo que se lleven de maravilla pero tampoco es ético que hagan comentarios negativos unos sobre otros. ¿Por qué no valerse únicamente de planes de gobierno factibles?

Ya inició formalmente el período de campaña electoral y algunos seguimos sin tener respuesta para este 5 de noviembre. ¿Por quién vamos a votar?, ¿valdrá la pena seguir alimentando a los políticos mientras la mayoría difícilmente tiene para comprar media canasta básica? Seguimos esperando un verdadero cambio no uno que esté basado sólo en promesas. Estamos cansados de tanta corrupción y mentira. Necesitamos que nuestros dirigentes políticos sean honestos, dejen de preocuparse por sus finanzas y empiecen a trabajar por el bienestar y progreso de la nación.