En la misa de resurrección oficiada por el Papa Benedicto XVI, en la Plaza San Pedro en Roma, por medio de la cual se puso el punto final a la Semana mayor, recordó sobre los distintos acontecimientos que se están viviendo en el mundo.
La plaza de San Pedro se encontraba llena de decenas de peregrinos, feligreses y turistas que escucharon el mensaje pascual del Papa.
Dentro de los temas que sobresalieron fueron: "el flagelo del hambre", "las enfermedades incurables", "el terrorismo", "los secuestros de personas", "el desprecio de la vida", "la violación de los derechos humanos", y "la explotación de la persona", asegurando también que "no faltan calamidades naturales y tragedias humanas"
Con respecto a Oriente Medio señalo: “las señales de esperanza en el diálogo entre Israel y la Autoridad Palestina”, pero dijo que “por desgracia nada positivo viene de Irak, ensangrentado por continuas matanzas, mientras huyen las poblaciones civiles”.
Luego de mencionar la situación del Líbano, dijo no ignorar de Oriente Medio, "las dificultades que las comunidades cristianas afrontan cotidianamente y el éxodo de los cristianos".
Por otra parte, durante la ceremonia, el Pontífice no se refirió a la marcha contra la pena de muerte mostrándose así los participantes encabezados por la Ministra de Asuntos Europeos Emma Bonino, inconformes por no haber recibido un saludo cordial de Joseph Ratzinger, como lo solía hacer el anterior jefe de la Iglesia católica, Juan Pablo II. La marcha tenía el propósito de apoyar la iniciativa de Italia de moratoria de la pena de muerte presentada por la presidencia de esa nación europea en la Naciones Unidas. Los medios informativos señalaron que unos 120 mil feligreses se congregaron en la Plaza de San Pedro de Roma. |