Todo parece indicar que la luna de miel entre los sindicatos, el Gobierno y el sector privado llegará a su fin durante esta semana cuando se anuncie una marcha y huelgas para hacer que se de un incremento del 100 por ciento del salario mínimo, dijo el Presidente del Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), Dr. Gustavo Porras, quien también es diputado de la bancada sandinista.
Por otro lado, el FNT, quien se identifica con el gobierno de Daniel Ortega Saavedra, también se sumará a la marcha y al paro de labores para presionar al gobierno y al sector privado por un aumento salarial.
Por otro lado, la Central de Trabajadores de Nicaragua (CTN) es autónoma, quien se identifica con el sector empresarial y es opositora al gobierno, todavía no decide, ya que quiere crear una comisión que trate de afinar detalles sobre las acciones que adoptarán en esta semana.
La iniciativa de protestas, que podría terminar en una huelga nacional, se sabe como puede empezar pero no se sabe como podría terminar. ¿Podrá ser controlada por los sindicalistas sandinistas y los que no son afines al gobierno de Ortega? Tal vez podría ser una oportunidad de los sindicatos para mostrar su descontento en el sector estatal ante los despidos, dijeron analistas laborales y políticos a propósito de los 100 días del gobierno sandinista en su segunda época.
La verdad que es una pólvora que podría crear diversidad de conflictos sociales que podría crear un fácil descontento, manifiestan otros sectores. El dirigente de la Central Sandinista de Trabajadores (CST), José Benito Escobar, dijo a un diario local que los trabajadores solicitan un 100 por ciento de incremento salarial y que iniciarán paros escalonados desde el 23 de abril, luego de un marcha del 20 del mismo es frente a las instalaciones del Ministerio del Trabajo (Mitrab) y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP).
Barboza invitó a todos los sectores sindicales a la protesta que incluye visitas a los diputados de la Asamblea Nacional. No se sabe si un incremento de salarios en todos los niveles laborales podría crear una inflación y un disparo de la moneda. El gobierno y los empresarios privados proponen un 10 y un 10.4 por ciento de reajuste salarial.