La visita a Nicaragua del mandatario brasileño Lula Da Silva, generó ciertas contradicciones que no pasaron a más. Porque este promueve la producción de maíz para convertirlo en etanol a base de maíz pero el presidente nicaragüense, Daniel Ortega Saavedra descartó esta medida desde el primer momento que el mandatario brasileño llegó a Nicaragua, al decir claramente que “producir etanol es un crimen”.
A inicios de una conferencia brindada en la Secretaria del Frente Sandinista, lugar que es la sede de la Presidencia de la República, lugar donde recibe el presidente Ortega a sus visitas. Ortega dijo a Lula que no discutirán sobre el tema de la producción de biocombustible a base de etanol porque “sería un locura” iniciar una discusión sobre el tema, dijo Ortega.
Sin embargo Da Silva ofreció financiamiento para la construcción de dos plantas hidroeléctricas para la producción de 200 megavatios, pero explicó a su homologo que en una emergencia energética no se puede pedir gustos, pero consideró que usar plantas a base de diesel es un atentado para la economía y no se diga para el ambiente, señaló.
Lula explicó las razones por las cuales no ofrece otro tipo de combustible más que la producción de etanol.
Lula dijo que los precios de generación de un megawatt por hora con plantas hídricas el costo es de 58 dólares; con plantas termostáticas 66 dólares; las plantas nucleares 75; las que son a base de gas 87; las eólicas 153 dólares; las de aceite o fuel oil 198; las de diesel 300 dólares y las solares 900 dólares la hora, informó el mandatario.