Y me presento Padre y ante Vosotros mis Amados; con Amor para Caminar en Amor, no necesitáis mirar las Sombras porque con Sombras habéis llegado, mirando hacia un pasado Padre, no necesitáis vivir las Sombras para reconocer vuestra propia Luz, porque de sobras ya habéis vivido demasiado, por qué no mejor regocijar Vuestros Corazones en la Luz y empezad a Renacer la Luz en el Camino que estar pendiente de aquellas rocas que vosotros mismos creáis.
Hoy no he venido para sacaros del Fango, porque ya no estáis en él, tan solo Vuestras Mentes comienzan a Crear Sombras y Fango por la costumbre propia de las formas.
¿Dónde estoy Yo en verdad? ¿No estoy también en las Sombras? ¿No estoy también en la Luz? ¿Y acaso no estoy también entre esos dos que les llamáis del mismo sexo que se Aman? ¿O me creéis que soy selectivo aún? No, Yo Amo mis Amados Hijos y es lo que hoy vengo a mostraros, el Amor. ¿Creéis que no estoy en aquella niña que está cayendo y creéis que no estoy en aquel que la lanzó? ¿Por qué juzgáis aún con Vuestras Mentes desintegrando voluntades ajenas si yo también Soy es Voluntad ajena que Vosotros llamáis, es que aún no habéis aprendido a reconocerme a través de los ojos de una víbora?
¿En la misma piedra donde tropezáis en Vuestro Caminar, en esa nube que tapa el Sol y en el mismo Sol, por qué olvidáis, por qué me olvidáis?
Si en verdad dejárais de lamentaros, cómo cambiarían Vuestras Vidas, miráis la nube como una torpeza que no deja calentar al Sol pero esa nube está refrescando a muchos otros que se estaban quemando con el Sol.
Por qué no pensáis en la Humanidad, ahí estoy Yo, si queréis dar Amor, no me lo déis a Mí como expresión porque ya en mí abunda el Amor, dadlo a aquellos que represento, que es la Humanidad, dad Amor entre Vosotros, Perdonad las ofensas como yo os Perdono, Amad como yo os Amo, Compartid como yo os Comparto Vuestras alegrías y Vuestras aflicciones, y así en Vuestras enfermedades aparente, ¿creéis que Yo no estoy con Vosotros? Yo siempre estoy Padre, tan sólo son las Mentes que quieren separar mi Voluntad de la Voluntad de mi Padre, pero es Una Sola la Voluntad. Yo Moro en cada Uno de Vosotros Amados Hijos, Yo soy el Amor y como Amor Vivo en Vosotros.
Sentidme, Sentidme Ahora, mi Renacer que la Humanidad quiere simbolizar no es más que Vuestro propio Renacer, queréis Amarme, entonces Amáos los Unos a los Otros como Yo siempre os he Amado; no dejéis que Vuestras Mentes turben Vuestro Corazón, no permitáis que ese Amor que os entrego hoy sea callado por los prejuicios que cada Uno de Vosotros lleva en su propia materia, no menospreciéis a las Sombras, Respetadlas y Amadlas como Yo las Amo.
Jamás estaréis más cerca o estaréis más lejos del Amor porque Vosotros vivís en Él y es ello lo que Padre Amado he otorgado en mis Palabras aparentemente a Cada Uno de tus Hijos. No os hagáis atados ni nudos que el Amor desata, Yo soy el Amor, repetid junto a mí, Yo soy el Amor, Yo soy el Amor.
Así esa Estrella de Belén está brillando para guiar a la Humanidad. Mi Amor que os profeso, no es un Amor Egoísta, es un Amor que está llegando a Vuestros conjuntos y subconjuntos, es un Amor que está abrazando aún a aquellos que Caminan entre los Hombres. Mi Amor no es más ni menos que el Amor de Dios en los Hombres, en las Almas, en la misma Creación. Así Amados Discípulos Sentidlo, asi Sentid en Vuestros Corazones, no es más que el Amor de Dios y Yo no Soy más que su Amor hecho forma y Vosotros Sóis Formas de Formas hecho Amor como Soy Yo y ello es lo que he empezado a despertar en la Humanidad.
Conoceréis y Veréis el Amor Verdadero entre los Hombres de la Humanidad. Qué más puedo otorgar que mi propia Esencia Padre diluyéndome en los Corazones y no tan sólo deseándoles una Feliz Navidad porque de hoy Navidad será todos los días de Vuestras vidas.
Retorno Padre quedándome en cada uno de los Corazones del Hombre.