Luego de haber cancelado la ejecución del medio hermano de Saddam Hussein, Barsan Al Tikriti y Awad Al Bandar, por presiones internacionales. Abdelaziz Al Hakim líder chiita iraquí pidió en un discurso que se agilizara lo mas pronto posible la condena a muerte de Barsan y a Al Bandar donde dijo "Exigimos al tribunal y al Primer Ministro, Nuri Al Maliki, que acelere la aplicación de la sentencia" y señalo como necesario que el tribunal abra más procesos judiciales por crímenes de muerte a lideres religiosos y estudiantes de religión bajo el mandato de Saddam Hussein.
Por otro lado Al Hakim, sentenció a Yemen, Libia y Argelia, ya que estos países reprobaron la ejecución de Hussein y la fecha en que fue realizada (primer día de la festividad musulmana del sacrificio).