La explosión de un coche bomba en el mercado Al Sadriya de Bagda el pasado sábado dejo de consecuencias, según el último informe dado a conocer por el Ministerio del Interior de Irak 135 muertos y 305 heridos. Fue el peor atentado realizado hasta el momento desde que EE.UU. y Gran Bretaña invadieran el país petrolero en el Golfo. El Primer Ministro Al Maliki expresó en un comunicado la disposición de su gabinete de perseguir a los causantes del atentado. Señala que "los sadamistas" a quienes se atribuye ser adeptos del ejecutado líder Saddam Hussein y Se responsabiliza también a los "takfiríes" (islamistas radicales) de las acciones violentas.
El Emir Abu Omar al Bagdadi del grupo "Estado Islámico" de Irak dijo que en una grabación difundida por internet que extendería los ataques no solamente en Bagdad si no que en todo el país. Expresa que "la campaña de atentados no concluirá hasta que el presidente Bush de EE.UU. "firme el tratado de la derrota".
El dirigente islámico se dirigió a los suníes de Irán a los que aconsejó que se retiren de las cercanías de las instalaciones militares que son objetivos de los estadounidenses. También los instó a permanecer lejos de las instalaciones nucleares de ese país ya que dijo textualmente "tras su penosas experiencias en Irak y Afganistán y después que el Congreso de EE.UU. haya comprendido de lo inútil de lanzar una guerra larga contra Irán". |