La Policía Nacional en cuestión de horas logró esclarecer la muerte atroz del Comisionado Policial Manuel Obando, anunció la Jefa de la Policía Nacional de Nicaragua, Comisionada Mayor, Aminta Granera Sacasa en conferencia de prensa el día de ayer.

Los nombres de los autores materiales fueron identificados como los de Luis Miguel Ordóñez Leiva  de 19 años de edad y Héctor Antonio Aragón Roa de 22 años. Los autores del homicidio de Obando fueron sus propios vecinos. El alto jefe policial asesinado fue encontrado en estado de descomposición y atado de pies y manos en una carretera en los alrededores de Managua, la capital de Nicaragua en Centroamérica, y había muchas presunciones de que su muerte violenta fuera obra del narcotráfico internacional.

El alto jefe de la Policía Nacional se desempeñaba como Director del Departamento de anticorrupción de la institución. La Jefa de la Policía Nacional dijo que el Comisionado Manuel Obando fue muerto en la habitación de su propia vivienda. En poder de la policía nacional se encuentra el celular, el vehículo, el maletín y solamente falta encontrar el arma de reglamento que usaba el Comisionado de la Policía  Manuel Obando.

Los asesinos fueron los últimos con los cuales se relacionó en vida Obando y el móvil del hecho criminal fue el robo según declararon los propios autores quienes se encuentran detenidos luego que se esclareciera el crimen.

Todavía hace falta investigar más para hacer un conclusivo esclarecedor del caso dijo la alta jefa de la Policía. Expresó que “cuando la delincuencia mata a un hermano policía nos están tocando donde más nos duele y por honor tenemos que resolver”, enfatizó la Jefa de la Policía, Comisionada Mayor, Aminta Granera Sacasa, a los periodistas que asistieron a la conferencia de prensa convocada de emergencia.  

La policía a través del código del celular del alto jefe policial asesinado logró detectar y rastrear quien lo tenía. La persona que lo compró dijo quien se lo había vendido y señaló el nombre de uno de los implicados directos en el crimen. Los detenidos confesaron ser los autores materiales del asesinato y habían solicitado a las autoridades que los dejaran ahorcarse ya que estaban con un sentimiento de culpa por lo realizado.