YO SOY Juan, El Amado. Conocido por ustedes como el autor del Apocalipsis. Y he llegado de nuevo con el fin de ofrecerles un Estudio basado en el Conocimiento Interno, el tipo de conocimiento accesible solo por profetas y místicos. Ellos hacen acto de presencia en estos días, pero solo ahora y entonces, se presenta un creciente bombardeo de diversos charlatanes que se autoproclaman como profetas, clarividentes o supersensibles pero el límite de percepción de su mundo divino es tan bajo, que sería más conveniente para su futuro, cesar de hacer profecías y guardar silencio.
De existir el karma, ¿cual es vuestra percepción acerca del papel de los profetas y qué tipo de karma conllevaría su misión? Yo les responderé. Puesto que entiendo muy bien el tipo de karma referido en este discurso.
La Profecía no difiere, de modo alguno, de ninguna otra actividad precipitada por Ustedes al mundo físico. Donde sí hay diferencia es entre los profetas. Existen profetas que profetizan desde la Luz, y existen profetas que lo hacen desde la oscuridad. Cada profeta selecciona aquello a lo cual se siente motivado a servir. La Profecía – es el don por el cual se conecta con el Mundo Invisible. Y dicho talento no se adquiere en una sola encarnación. Entonces, cuando se abre este regalo, usualmente el hombre, que profetiza desde Dios, asume el peso total de la responsabilidad kármica, que recaería sobre sus hombros.
Las profecías son las probabilidades de los diferentes eventos contados desde los planos sutiles. Dependiendo del plan y del nivel sobre el cual se cuente la profecía, puede ser más o menos confiable. Pero, puesto que en el mundo sutil no existen dichas cosas a las cuales Ustedes se acostumbran en el plano físico, el regalo de la profecía implica el talento de decodificar los eventos de acuerdo con las impresiones obtenidas a través de contactar el plano sutil.
Y al procesar las impresiones recibidas desde la mente humana, en este punto, puede producirse una distorsión de la información y la autenticidad de la profecía se pierde. Puesto que yo escribí el Apocalipsis utilizando los símbolos como base, aprendí a sortear el tipo de karma que puede recaer sobre el profeta en cada caso, si la profecía no toma lugar. Y todo profeta, dotado de un alto nivel, presenta su conocimiento encubierto en forma de versos, parábolas y epígrafes. Y esto es muy correcto, puesto que posibilita evitar el karma en caso que la profecía sea incorrecta. Existen otros profetas, quienes agregan su interés humano a las profecías y las entregan en un lenguaje asequible, basándose en el tipo de conocimiento extraído de las capas inferiores del plano astral o del momento en que se hallaban en estado de trance.
Estas profecías no contienen una gran verdad. Y no suceden por lo general. La probabilidad que dicha profecía tome lugar, es de un 50 por ciento. Y éste es el caso, cuando expresan: “Lo que la abuela dijo se divide en dos”.
Sin embargo, la aspiración de satisfacer el interés humano en las profecías implica en gran modo una gran responsabilidad kármica sobre dichos profetas y clarividentes. Y esta responsabilidad se acrecienta, cuando un número cada vez mayor de personas conoce la profecía, pero ésta es incorrecta. El hecho es que cualquier profecía programa la conciencia de las gentes, una vez recibida. Y, si la gente desea creer en la profecía y la masa humana es grande, estas personas crean la posibilidad de materializar la profecía a través de su conciencia. Y si el fenómeno, predicho por el profeta, no coincide con la visión divina, pero se concretizara materialmente por el momentum de la conciencia humana, insertado dentro de este fenómeno, si éste tomara lugar, el karma recaería sobre el profeta y sobre dichas personas, quienes contribuyeron a la realización de este fenómeno a partir de su conciencia.
Por lo tanto, cualquier profecía es como una vara con dos puntas. Si la profecía cambia el plan divino para bien, la realización de esta profecía aporta buen karma para todos los que participaron en la realización de esta profecía por medio de su conciencia. Si el plan divino, como resultado de la profecía, cambió en detrimento, contribuyó a crear un karma negativo.
La profecía también es un fenómeno dual, como todas las cosas en su mundo.
Y estas personas, que portan la energía de las predicciones de los falsos profetas, crean karma negativo. Los profetas de la Luz no siempre fueron honrados, porque el cumplimiento de la profecía no agradó a la mayoría de las multitudes. Y las personas generalmente están prevenidas hacia dichos profetas. Y han preferido no conectarse con ellos o han intentado destruirlos físicamente. El karma generado por la violencia en contra de los Proyectos de Luz han recaído como una pesada carga sobre las siguientes generaciones.
Contrariamente, cualquier forma de respeto hacia los profetas de Dios, condujo a un buen karma para las familias implicadas, que prestaron su hospitalidad al profeta.
Los verdaderos profetas han sido siempre los Mensajeros de Dios y su Misión ha sido necesaria para contribuir al correcto desarrollo de la conciencia de los individuos. Aquellos, que se autoproclamaron profetas, sin que portara sobre ellos un sello divino, estuvieron sujetos a la convergencia de un karma pesado. Por lo tanto, observen y examinen con atención siempre, y traten de no involucrarse en ningún tipo de actividad profética si ésta no procede de Dios, si es malévola. Yo les ofrezco este estudio porque pasados dos mil años desde el momento de mi encarnación, este estudio no ha perdido vigencia aún. Por el contrario, adquirió un carácter urgente una vez que aparecen en escena muchos visionarios y clarividentes, de quienes se recibe mucho más prejuicio que beneficio. Y, si Ustedes se arrojan dentro de alguna actividad, y se retraen de prestar un verdadero servicio, crean karma de este modo debido a una acción incorrecta.
He venido, con el fin de ofrecerles este importante estudio acerca de los verdaderos y falsos profetas de modo que puedan sopesar cada cosa de modo conciente y puedan encontrar su camino en este sentido porque es muy importante, hacia donde dirijan su energía. Ningún falso profeta está autorizado a hacer profecías, si Ustedes no le entregan su energía al prestarles su atención o contribución monetaria, y estimulándole a ocuparse de un asunto por fuera de lo divino. Los falsos profetas son creación de una conciencia humana sucia, ignorante y supersticiosa.
Ahora, al haber ofrecido una gran parte de este Estudio, es mi deseo impartirles una profecía relacionada con su futuro. Antes de arribar, otros Maestros Ascendidos y Yo, evaluamos el tema, a fin de ofrecerles una profecía a través de esta mensajera, puesto que fue necesario para nosotros sopesar la limpieza de los conductos y el grado de distorsión informativa, lo cual puede ser factible. Decidimos arriesgarnos y éste es la conclusión a la que llegamos:
En estos tiempos difíciles, vividos por Ustedes, constantemente piensan en muchas cosas y, especialmente, en el futuro del Planeta y si existe amenaza de un cataclismo global secuencial. Por lo tanto, es muy importante que sepan que: “No se prevé ningún cataclismo global durante la presente generación en la Tierra”.
Sin embargo, cualquier cosa puede cambiar, si ustedes aplican sus esfuerzos diarios hacia un cambio de conciencia. El equilibrio estable en el planeta, logrado en el presente, es debido a las muchas personas que alcanzaron un alto nivel de conciencia, gracias al cual pueden pensar positivamente y dirigir sus esfuerzos hacia el Bien de Todos, hacia el Bien y hacia la Luz. Y, si una cantidad suficiente de personas logra incrementar su nivel de conciencia año tras año, no ocurrirá tampoco ningún cataclismo global en el ciclo de vida de la siguiente generación porque cada generación prepara el suelo para la vida entera en el planeta Tierra hacia el siguiente ciclo espacial.
Deseo que continúen expandiendo su conciencia hacia el más elevado nivel posible.
YO SOY Juan, el Amado, con gran respeto por sus flujos de vida. YO SOY. |