WASHINGTON. - La CIA, Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, contrató por 150 mil dólares a dos miembros de la Mafia de Estados Unidos en el año 1960. La intención era matar al líder y Presidente de la revolución cubana, Fidel Castro, con pastillas envenenadas. La acción de matar a Castro Ruz se le encomendó a Johnny Roselli y fue caracterizada como “sensible misión que requería acción de tipo gángster”. Hay un memorando del año 1973 que fue desclasificado el pasado Martes. Los detalles de los documentos indican que Roselli era el apodo de Santos Trafficant que a su vez era el alias de Filippo Sacco, que fue rebelado por el Diario The Washington Post en el año 1971.
Los encargados de la CIA de ejecutar el plan de asesinato de Castro Ruz tenían presunciones de que Roselli estaba ligado a la “Cosa Nostra”. La información fue ratificada con una publicación de la época lo identificó como Santos Trafficant , quien era el Jefe de las operaciones de la Mafia en la Isla de Cuba. Roselli fue el primer contacto con los encargados de la CIA quien a su vez les llevó a Sam Gold quien era el segundo a cargo de la Misión de asesinar a Castro. Gold fue identificado tras ser visto sus fotos en una revista con Roselli como Momo Salvatore Giancana Jefe de la Mafia en Chicago y el que sustituyó a famosísimo Al Capone.
El documento de la CIA consta de más de 700 folios y se desclasificó el pasado Martes . La CIA pretendía usar para sus fines el interés de la Mafia para la realización de sus operaciones en la Isla de Cuba. El objetivo de la Misión lo constituía el ahora anciano y convaleciente, el Presidente Fidel Castro Ruz, según dice el informe.
EL PLAN DE LA CIA
La CIA quería que los ejecutores de sus objetivos hicieran creer que lo estaban haciendo empresas molestas por las políticas de Castro. En la acción se les dijo claramente que “el gobierno de EE.UU. no estaba, y no debería estar, enterado de la operación”. El de la idea de usar pastillas envenenadas fue de Sam Gold y fueron fabricadas especialmente para ejecutar el plan contra Castro. El encargado de matar al líder de la revolución cubana en definitiva era Juan Orta oficial quien recibía pagos en secreto de los dueños de los salones de juego de azar. Orta estaba pasando una crisis financiera. Roselli entregó las píldoras a Orta quien fracasó en los intentos luego de varias semanas. Pidió que lo retiraran de la operación y recomendó a otro candidato quien no tuvo éxitos. Apareció en el escenario el Doctor Anthony Verona, miembro de la Junta Cubana en el exilio, quien ofreció que manejaría” la operación con sus propios recursos”.
Los archivos de la CIA dicen que “el potencial del Dr. Verona nunca fue totalmente explotado, ya que fue cancelado poco después del episodio de Bahía de Cochinos” luego de la derrota por los soldados cubanos revolucionarios de los invasores denominados “contrarrevolucionarios” el día 17 de abril del año 1961 a 200 kilómetros de La Habana luego de una batalla de 72 horas de duración.
La CIA señala que el médico “Verona fue informado de que la oferta fue retirada, y las píldoras fueron encontradas”. La CIA reconoció que el Plan había fracasado.
Los archivos de la CIA indican además que los contratados para matar al Presidente de Cuba, Fidel Castro Ruz, Johnny Roslli y Sam Gold no querían el dinero por participar del plan. Textualmente dicen los archivos de la Agencia secreta de EE.UU.: “Ninguno de estos individuos recibió pagos con Fondos de la CIA”, indica para el plan de envenenar al Presidente Castro.