MADRID. - El segundo vicepresidente de Costa Rica, Kevin Casas, manifiesta ayer su preocupación. Quiere que la relación con Nicaragua “no sea más cercana de lo que es” desde que asumió el presidente de izquierda Daniel Ortega. “Nos preocupa que la relación con el Gobierno del presidente Ortega no sea más cercana de lo que es”, dijo Casas en una entrevista con una agencia noticiosa española. El participa en Madrid en un seminario sobre cohesión social en los países de Iberoamérica.
Casas dijo textualmente que “estamos condenados para bien o para mal, y yo creo que en general para bien, a una relación muy cercana con Nicaragua”, por lo que consideró que es necesario trabajar para encontrar puntos de encuentro y evitar las eventuales discrepancias.
Manifestó que “Ojalá el presidente Ortega agarre sus chunches (cosas) y haga un viaje a Costa Rica pronto”, dijo el Vice-mandatario costarricense, que coincide en línea a lo que dijo el presidente , Oscar Arias, quien declaró lamentándose que Ortega prefiera “ir a abrazar al presidente iraní”, Mahmud Ahmadineyad, ante que visitar San José.
Casas usó el término de “renuencia” para referirse a la decisión de Ortega de no haber visitado Costa Rica desde que volvió a la presidencia en enero y consideró que esta actitud “está introduciendo algún tipo de ruido en la relación, que en realidad es muy innecesario”. “Por lo demás -añadió- está en su derecho de escoger con qué países forma alianzas”.
El vicepresidente contextualizó esta controversia en el debate político general en América Latina, donde, según alertó, “hay una trampa en la que no hay que caer: la de agrupar a la gente en bandos”.
“Hay alguna gente interesada en poner a la gente a escoger, dijo Casas, quien concluyó que tratar de solucionar los problemas de la región desde “un debate ideologizado” no le hace bien “a nadie”.