El Presidente  Daniel Ortega Saavedra se reunirá el día de hoy con los empresarios en el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas para discutir la problemática económica del país.

Hay varios temas que serán analizados entre los cuales están las relaciones entre el CAFTA-DR y el ALBA. El gran capital presentará los grandes ejes del desarrollo del país para salir de la pobreza. El país esta atravesando por una recesión económica agravada por la crisis de la energía a nivel mundial.

Luego de las elecciones del mes de Noviembre del 2006 el Presidente Ortega prometió seguridad jurídica a los inversionistas quienes en el mes de diciembre se mostraban satisfecho por el desenvolvimiento económico de Nicaragua luego del triunfo del gobierno de izquierda de Daniel Ortega Saavedra.  

Entre los temas que serán discutidos por Ortega y los empresarios ligados al gran capital esta el del problema de la propiedad, los conflictos de tierra en las zonas costeras del país en el sector sur, el problema inflacionario, las exportaciones, la producción, el programa que se discute con el Fondo Monetario Internacional, la crisis energética de Nicaragua que abate la economía por los cortes de 10 horas diarias, la inversión extranjera, las reservas internacionales entre algunos de los temas de interés económico.  

También las exoneraciones de impuestos, la reforma tributaria entre algunos de los contenidos que se pretende abordar y que parece que se llevará varias horas. Saldrá humo blanco de las negociaciones? Toda la República esta pendiente de esta situación que pueda presentarse entre Ortega- empresarios y los Megacapitales de Nicaragua. El Gobierno de Daniel Ortega ha insistido en que su gobierno dará importancia a los proyectos y beneficios sociales  a la población más pobre del país que ha sufrido los efectos de las políticas económicas.  Todos los empresarios de Nicaragua antes del triunfo sandinista en segunda edición han vendido sus acciones a los grandes capitales extranjeros.

La tendencia de los empresarios es la de querer privatizar todos los servicios públicos para eliminar los subsidios estatales como parte de la política del FMI. Sobre esta tendencia económica Ortega se opone ya que afectaría la atención a la población más necesitada que fue la que mayoritariamente votó por el en un 38 por ciento.