El presidente iraquí, Jalal Talabani, buscó obtener hoy el respaldo para frenar el terrorismo que asola Irak de los países árabes, cuyos dirigentes se reunieron ayer en Riad en el marco de la cumbre de la Liga Árabe y se comprometió a cederle una mayor cuota de poder a la comunidad suní en Irak.
Por su parte, los dirigentes árabes se muestran partidarios de la necesidad de un cambio de Constitución y Ejército iraquíes con el objetivo de integrar a un mayor número de suníes y poner fin al programa de desbazificación que pretendió sacar de las instituciones públicas a miembros destacados del antiguo régimen de Sadam Husein. El Secretario General de la Liga Árabe Amr Musa dijo que las políticas sectarias del ejecutivo que maneja el Chií Nuri al Maliki lo describió así: “los enfrentamientos entre suníes y chiíes en Irak y las políticas que los alimentan y explotan podrían alumbrar un infierno regional horroroso del que nadie saldrá victorioso”, enfatizó. El Presidente Irakí dijo que se dará la incorporación de una legislación de responsabilidad y justicia que incorpore a los opositores al proceso mismo, a los del antiguo ejército al nuevo y que se construyan puentes de confianza, indicó.