Círculos diplomáticos están creando condiciones para que próximamente pueda darse un encuentro de alto nivel entre el Presidente norteamericano George Bush y el de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra. El encuentro esta previsto a darse en la Casa Blanca en la capital norteamericana. Se tiene previsto que la reunión Bush –Ortega se podría presentar en el mes de Octubre del año 2007.
Nicaragua tiene un Embajador en EE.UU., el Catedrático del INCAE, Arturo Cruz Sequeira, quien fue aceptado en forma inmediata por el Gobierno estadounidense. Recientemente, en un abrazo significativo, la Secretaria de Estado de los EE.UU., Condolezza Rice, recibió por primera vez en el mes de abril de este año al Canciller de Nicaragua, Samuel Santos López. Durante se daba ese encuentro diplomático el Presidente Daniel Ortega Saavedra reaccionó a una resolución judicial de una Juez de Texas, Sur, en el Paso, EE.UU., en el cual dejó libre bajo fianza al cubano Luis Posada Carriles, acusado de poner una bomba en el año 1976, contra Cubana de aviación y en la cual viajaban 76 niños esgrimistas que había llegado a Caracas, Venezuela a un partido deportivo. En esa ocasión Ortega señaló al gobierno de EE.UU. de estar en complicidad con el causante del atentado mortal. Posada Carriles esta considerado de ser un agente de los servicio secretos norteamericanos, la CIA.
A pesar de algunos puntos de vista contrarios del Presidente Daniel Ortega Saavedra al de Bush y de ser aliado del antinorteamericano gobierno del Presidente Venezolano, Hugo Chávez Frías, y el cubano Fidel Castro, las relaciones entre Managua y EE.UU. se mantienen normales. Incluso los miembros del Cuerpo de Paz realizan labores de desarrollo comunal en diversos lugares de Nicaragua.
Las fuerzas navales de EE.UU. han capacitado a miembros de la policía en labores antidrogas. Actualmente el gobierno nicaragüense discute con una misión técnica del Fondo Monetario Internacional, FMI, un programa económico que mantendría el plan de ajuste y estabilidad macroeconómica. Es decir, que las relaciones entre Norteamérica y Nicaragua están normales, según parece a la vista inmediata.