La vida cambia y todo muere. No hay nada constante. Todo muere salvo el Cambio. No te resistas al cambio. El cambio te introduce en una corriente de Transformación y Transmutación que permite al Espíritu fecundarte. El Cambio es Fuerza Transmutadora. No temas el caos, pues es la matriz del Cambio. No temas el mal, ni la sombra pues son reveladores de la Luz. No temas la noche, pues sin ella no podrías reconocer los Infinitos Soles que la habitan. Cuando aceptamos las Transformaciones y las Transmutaciones en la vida, cuando no nos resistimos a Cambiar, podemos Ascender en la Savia de la Evolución, florecer y dar nuestro fruto.
Cuando nos reconocemos, encontramos la crisis aseguradora del Cambio. Vivir es un Proceso de Cambio permanente. Cuando tenemos crisis, la vida se bifurca y no vuelve a ser la misma. Nuestra identidad no es de fundamentos, Nosotros no somos un fundamento. Nosotros somos lo significativo: el lenguaje, el sueño y la esperanza. Nosotros no somos este cuerpo, pero a través de él podemos Ascender. El cuerpo es un instrumento del Ser y el Ser es ese Proceso de Cambio permanente que nos empuja en un Proceso de Aprendizaje Continuo.
Vivir es encender un fuego Interior, es convertir el Conocimiento en Sabiduría que nos permite desenvolvernos en un Proceso de Cambio Permanente. Este cuerpo no es lo que creemos, es una estructura que está al borde del caos. Primero nos ramificamos. Procedemos de un solo tronco, pero un día la vida se bifurca. ¿En qué instante tu vida no volvió a ser igual? Se trata de un punto crucial, donde te crucificas y mueres para nacer a una Nueva Dimensión.
En el presente podemos siempre aprender del pasado. Podemos Cambiar la historia aprendiendo las lecciones. Hay dos tipos de Seres Humanos: los aprendices y las víctimas. Tú puedes optar por una u otra vía. Puedes optar por dejar de ser víctima de tus creencias. Recuerda que ellas también pueden ser dagas o cáncer, pueden ser fatales. Terminas convertido en aquello que crees de Ti. Tú creas el Universo en el que crees. Si crees que eres culpable te vas a castigar de mil maneras. Si crees que no eres digno, te vas a enfermar también. Podrías sin embargo mirar al pasado, con ojos de presente, de Presencia y de Amor, no para quedarte en el dolor de tu pasado, sino para aprender la lección que dejaste de aprender.
Todas las lecciones aprendidas te ayudan a disfrutar de la Presencia que habita en tu presente. Los problemas los podemos volver a vivir desde la Conciencia y no desde la culpa o el condicionamiento. Recuperamos la Plenitud de la Conciencia y así liberamos el fruto de la lección.
La historia no son fechas, sino códigos de lectura que hemos de aprender. El problema no es lo que nos pasó, el problema es cómo vivimos lo que nos pasó.
Si pudiéramos dejar el rol de la víctima, podríamos resolver esos aspectos cruciales que siguen congelados en Nosotros. Si estos puntos de muerte no los vivimos desde la actitud de la víctima se produce el Renacimiento. Podemos volver a Nacer
El pasado ha pasado y AHORA disfruta de ese punto de partida hacia la felicidad que constituye la Paz. La Paz la descubrimos no exteriormente, sino en el Fondo del Ser. Si no dejas pasar a las cosas, éstas se siguen reflejando en tu fisiología, en tus relaciones, en tu vida., turbando tu felicidad.