La cooperación de Estados Unidos para Nicaragua destinada para las familias damnificadas de la Región del Atlántico Norte (RAAN), que dejó el paso del huracán Félix a inicios del mes de octubre, ya asciende a los 14.8 millones de dólares, informó el Embajador Estadounidense, Paul Trivelli.
Una nota informativa de la USAID detalla que en ayuda humanitaria se han entregado U$ 6,393,144.00; para transportación aérea 1.5 millones de dólares; para préstamos hipotecarios U$ 7 millones, totalizando hasta la fecha U$ 14,893,144.
Trivelli señaló que la próxima semana “probablemente” se anunciará un nuevo desembolso económico para apoyar los damnificados del huracán Félix. El diplomático manifestó que la forma como se distribuirán los fondos, alimentos y materiales para la reconstrucción, será a través de ONG’S.
Con respecto a la distribución de la ayuda para los damnificados del huracán Félix, el embajador Trivelli no quiso opinar, porque “es difícil saber cuál es la verdad” sobre si se está politizando la entrega de alimentos, frazadas y entre otras cosas, a las familias afectadas.
Damnificados tendrán que trabajar para comer
El desembolso económico de los Estados Unidos a través de la USAID, para el organismo Catholic Relief Service (CRS), es de 1.6 millones, que prácticamente darán empleo a las familias damnificadas de la RAAN.
El sistema para que los pobladores puedan obtener 10 kilos de arroz, 10 kilos de frijoles, 12.5 kilos de cereal y 3.7 kilos de aceite, por limpiar parcelas de tierra o por la reparación de caminos.
Esto es un mensaje de “esperanza”
El Monseñor David Zywiec, dijo que “esta ayuda es un buen mensaje de esperanza” para las personas damnificadas de la RAAN, porque después de haber perdido sus hogares y pertenencias, este desembolso económico de U$ 1.6 millones que empleará a los mismos lugareños a cambio de alimentos, es una buena señal.
“La gente aquí está afligida y triste” y emplear a los mismos lugareños de la RAAN, será un buen tipo de terapia y distracción, para que no piensen “que Dios los ha castigado por algunas razones” concluyó el Monseñor David Zywiec.
