La masacre que ocurrió en Bluefields a oficiales de la Policía Nacional de Nicaragua, es una herida que no “cicatriza”, sin embargo las investigaciones “a fondo” continúan para revelar quienes son los verdaderos involucrados y criminales del hecho, dijo la Primer Comisionada de esta institución de seguridad pública, Aminta Granera.
La representante de la Policía sostuvo una reunión con familiares de los oficiales que resultaron muertos, una madrugada de los días del mes de mayo del año 2004, y que fueron sepultados en el cementerio de Bluefields.
Granera se comprometió con uno de los familiares a brindarle ayuda económica, cuando una de los familiares le solicitó apoyo, al justificar a la funcionaria de la Policía que la situación económica esta difícil, a lo que la Primer Comisionada le prometió brindársela, pero buscará de qué forma.
Otra de las promesas de Granera, fue también con la población de Bluefields, al asegurar que intentará enviar más efectivos a la zona, para evitar que la delincuencia se siga proliferando en la región, además que creará un centro de habilitación para adictos y reforzar el crecimiento del narcotráfico en la región.
La Primer Comisionada de la Policía Nacional, Aminta Granera, brindó estas declaraciones, durante un acto de visita oficial que realiza a Bluefields.