Las 250 denominaciones de iglesias protestantes que existen en Nicaragua “trabajan desagrupadas” para alcanzar los objetivos y metas de proyectos humanitarios, dando la percepción, como si las religiones no van de la mano, afirmó Marcelino Bassett, Coordinador de los Foros de Reflexión e Incidencia del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI).

“No es que no estemos con la palabra de Dios, ni que no coincidamos al respecto”, lo que sucede es que trabajar “con varias denominaciones para alcanzar metas es muy complicado”, manifestó Bassett.

Ayer en una universidad de la capital nicaragüense, representantes de 70 denominaciones religiosas se agruparon para recibir una capacitación sobre las ventajas de trabajar unidos, “estas actividades se hacen para crear espacios entre miembros de iglesias para hacer análisis y debates sobre lo que pasa en Nicaragua, en cuanto al trabajo”, aseguró el Coordinador de Foros del CLAI.

Basset calculó que en Nicaragua las religiones evangélicas protestantes aumentaron la cantidad de sus miembros hasta en un 33 por ciento, integradas en unas 6 mil iglesias a nivel nacional, y sólo 54 denominaciones de las 250 trabajan juntas haciendo labores humanitarias. “Si todas trabajaran bien agrupadas, se beneficiaría a 1.5 millones de miembros”, estimó el funcionario del CLAI, quien agregó que se esperan buenos resultados en cuanto a la unificación de los religiosos por un sentido común.

Recomendaciones de los presentes

Pavel Guevara, Reverendo de la Iglesia Evangélica Luterana Nicaragüense (IELNIC), recomendó que “las iglesias deben estar sin ver distinciones de religiones”, punto de vista que fue aceptado por los demás presentes.

Mientras Jacinto Calero Picado, de la Iglesia Laica Cristiana, acertó con lo expuesto por el reverendo Guevara, al referirse que las iglesias en Nicaragua “trabajan como que fuera un hormiguero, unos jalan de un lado y los demás dispersos”.