Se debe de proteger a la niñez y la adolescencia, disminuyendo los casos de violencia sexual y explotación sexual comercial, garantizando el acceso a los servicios especializados y creando las condiciones de la vida de las niñas y adolescentes, expresó Reyna Velásquez, sicóloga y consultora en estos temas durante un foro debate organizado por CODENI sobre violencia sexual.
Según Velásquez, la protección implica resguardar la integridad de las niñas, niños y adolescentes, disminuyendo amenazas y vulnerabilidades que las ubican en situación de alto riesgo, y garantizar procesos de integración social haciendo cumplir sus derechos en una lógica de desarrollo.
Las mejores formas de protegerse son la defensa (siendo ésta activa y propositiva), el control (y con ello la sanción) la integración y participación social (evitando la exclusión, la marginalización y el aislamiento) y el conocimiento (que conlleva a identificar la lógica de génesis y reproducción del fenómeno y la forma de manifestarse y actuar, remarcó.
Agregó que la protección debe ser integral, en la medida que se desarrolle, con una lógica sistémica, tanto en las diferentes dimensiones de lo humano y de las personas, así como de los espacios de socialización, familia, escuela, calle y comunidad.
Aborto Terapéutico, medida de protección
Según la experta, el aborto terapéutico es una medida de defensa de los derechos de la niñez y adolescencia en su desarrollo, porque resguarda la integridad física, psicológica y sexual de la niñez y la adolescencia. También porque facilita la integración social, y provee de conocimiento a la niña, a la adolescente y a su familia.
Este tema tiene implicaciones políticas, porque estamos en una posición de poder en relación a la niña y su familia, al igual que implicaciones jurídicas, porque estamos obligados a golpear cada una de las puertas y ventanas del Código, y por lo tanto no podemos estar distanciados de los marcos legales, afirmó.
Estamos ante un reto, un desafío, no solo de cara al Estado, y a la Asamblea Nacional, sino a nosotras mismas, y esto es un camino complicado, pero de respeto y de coherencia, concluyó.