El turismo y el comercio de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, y hasta Costa Rica resultaron afectados el fin de semana pasado , después que transportistas de carga pesada decidieran ejecutar una huelga en la frontera de Honduras y El Salvador conocido con el nombre de Amatillo a 206 kilómetros de San Salvador y a más de 400 kilómetros de Managua.
Según fuentes oficiales, el paro culminó, debido a que las autoridades hondureñas habían decidido aplicar un nuevo impuesto a los transportistas internacionales de un seguro aduanero que tiene el nombre de Marchamos, desde hace 8 días.
La Subdelegación de la Policía Nacional Civil de El Salvador, con sede en el Amatillo, reveló que el paso “está habilitado”, porque los mismos transportistas decidieron mover sus unidades que impedían el transporte.
“Desde la tarde del domingo hay paso, pero existe un poco de embotellamiento porque los conductores cambian de ubicación los camiones”, dijo un oficial de la Policía Nacional Civil Salvadoreña.
Los furgoneros compraban antes el mismo impuesto en El Salvador a un precio de 4.5 dólares que se podía validar en Honduras. Nicaragua también resultó afectada porque los productos y la movilización de turistas se atrasaron debido al percance que se dio en ese lugar de Centroamérica.