El presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió con el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad en Teherán, el pasado Martes, a quien extendió una invitación para que visite Rusia y sigan las pláticas sobre asuntos bilaterales.
La Agencia Rusa RIA Novosti, en un mensaje de ambos estadistas se indica que el presidente iraní “aceptó la invitación con gratitud” que ambas partes fijarán de manera concreta la próxima fecha de la visita.
El encuentro en Teherán fue el escenario del acercamiento de dos dirigentes mundiales que en la cual Ahmadineyad anunció la creación de un frente común ante las “amenazas “regionales e internacionales según la agencia noticiosa de Irán, IRNA.
El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, expresó que los dos Estados están a favor de un acto internacional multipolar señalando que “EE.UU. no puede imponer un sistema unipolar porque ninguna potencia es capaz de resolver todos los problemas por sí sola”.
El Presidente de Rusia Putin dijo que lo que se vive en Afganistán e Irak es fruto del “unilateralismo” de EE.UU. y defendió la colaboración con Naciones Unidas y otras organizaciones para fomentar el "respeto" de "las normas internacionales y los códigos de conducta".
Es la primera visita desde el año 1943 de un Presidente de Rusia a Teherán luego que Josef Stalin lo hiciera en la cual se dieron acuerdos relativos a varios temas como los Hidrocarburos, el armamento, y la oposición a la política norteamericana en el Golfo Pérsico.
El mandatario acudió a la cumbre de países ribereños del mar Caspio, a cuyos asistentes pidió que no permitieran el uso de sus territorios por parte de terceros como base para atacar a otros vecinos. "No podemos dejar nuestra tierra a los demás", afirmó en aparente alusión a una eventual agresión estadounidense al régimen de los ayatolás.
Además, manifestó que estos países —Rusia, Irán, Azerbaiyán, Kazajistán y Turkmenistán— no deben pensar en el uso de la fuerza para resolver sus diferencias acerca del Caspio, un mar rico en petróleo.
Otro asunto clave del viaje de Putin fue el de la construcción de la planta nuclear central en Bushehr cuya construcción se ha detenido en distintas ocasiones debido a desacuerdos entre las partes. En declaraciones a los medios radiales y televisivos de Irán, el mandatario aseguró que "expertos de ambos países trabajan por resolver" estos obstáculos. Asimismo, recordó que el equipamiento de la planta atómica está anticuado desde la marcha de los ingenieros alemanes tras la Revolución Islámica, en 1979, y atribuyó las nuevas demoras a la necesaria modernización de las instalaciones.
La construcción de los dos reactores de agua ligera en Bushehr se inició a mediados de la década de los 70, pero las obras fueron paralizadas por el Gobierno instaurado tras el derrocamiento del Sha y no se reiniciaron hasta 1995, con la colaboración de Rusia.
En la actualidad no hay reactores nucleares destinados a la obtención de energía en Irán, cuyos dirigentes insisten en que su programa atómico es exclusivamente de carácter civil. |