Amados. Estoy con ustedes en espíritu y en gracia y les traigo el calor del Gran Sol Central. Les traigo gozo y paz y el amor y comprensión del Nuevo día. Les traigo esperanza para el futuro y el conocimiento de lo que ya ha sido. Les traigo amor y paz y la habilidad para vencer todos los malestares que los hacen decaer. Les traigo contento por la vida que están llevando y el conocimiento de lo que pueden hacer acerca de lo que los perturba.
Hoy, he venido ante ustedes para ayudarles a lo largo del camino que ustedes han elegido. Nosotros, los Maestros Ascendidos, Seres Celestiales y toda la fuerza angelical nos encontramos junto a ustedes para asistirles en los objetivos que pretenden alcanzar.
Hoy me gustaría discutir acerca del miedo de este mundo. Es tanto a lo cual ustedes temen que hoy sentimos un buen día para ayudarles a borrar el miedo que parece estar agarrado sin importar lo que ustedes hagan.
El miedo solo es un sentimiento de necesidad. El miedo no es una emoción real sino algo que parece acercarse sigilosamente y empezar a aplastarles cuando menos lo esperan.
El miedo no es real. No hay nada que temer en este mundo porque ustedes pueden vencer cualquier cosa que se ponga frente a ustedes. El miedo no es algo a lo que necesiten dedicarle mucho tiempo porque pueden descartar este sentimiento a través de un pensamiento positivo de Amor y Paz.
El miedo no es una realidad. Cuando ustedes se sienten temerosos, ¿qué es lo que realmente sienten? ¿Es el sentimiento del drama y de no poder concluir lo ya iniciado? ¿Es el sentimiento de no poder terminar lo que han iniciado y, por lo tanto, temen lo que pueda ocurrir al siguiente respiro?
¿Es el miedo parte de su vida diaria? ¿Temen salir de la casa por las mañanas? De ser así, ¿que hay allí para temer? ¿No están en capacidad de resolver cualquier cosa que les salga al paso? ¿No pueden encontrar la respuesta en el trabajo que realizan y los pensamientos que se les presentan?
El miedo es una emoción, tal como lo es llorar, reír, amar y todas las demás formas de fortaleza que llegan a ustedes. El miedo no es real, pues a lo único que ustedes deben temer es al miedo mismo. Sé que esto se ha dicho muchas veces antes pero no hace daño que graben esto.
¿A qué le temen? Esto es lo único en lo que ustedes deberían concentrarse. ¿Temen no poder pagar sus cuentas? ¿Temen que la vida que tienen pueda convertirse en una tragicomedia y no puedan superarlo? ¿Temen al examen que deberán presentar para ingresar al colegio o ser admitidos en un trabajo? ¿Qué hay para temer si han estudiado duro y conocen el tema sobre el cual van a preguntar?
¿No es la preparación el principal ingrediente para descartar el temor que parece rondarles? ¿No es la preparación para la vida la única vía para brincar todas las etapas presentadas a ustedes durante su desarrollo? ¿No es poder responder a los cuestionamientos hechos la mejor forma para descartar el temor que parece ser tan abrumador?
El miedo no es algo con lo que ustedes deban convivir. El miedo al clima o a la tormenta con sus bramidos, no detendrá la tormenta. El miedo al movimiento de la Tierra no es una forma de detener los remezones telúricos puesto que eso es natural a la Tierra sobre la cual ustedes pisan.
El miedo no es una emoción con la cual puedan edificar algo sino una fuerza negativa que los carcome. Es un sentimiento de falta de mérito o de valor que necesitan descartar para seguir adelante.
Piensen en toda la energía negativa que el miedo les genera. Piensen en todo el tiempo que ustedes dedican temiendo algo que es posible que ni siquiera suceda. Piensen en la energía que necesitan para transitar esta vida para luego percatarse que el miedo no hará más que dragarlos.
El miedo es algo no tangible, es un sentimiento desconocido y sin significado alguno. El miedo no libera la tensión como sí lo hace la risa y el gozo. El miedo no trae paz a su mente como sí lo hace la serenidad de la quietud de su corazón. El miedo no aporta nada positivo pero sí inmoviliza mientras ustedes lo permitan.
¿No podrían ustedes desechar esos sentimientos de miedo con solo sacudir su cabeza y decretar (mentalmente, por supuesto) que ustedes ya no sienten miedo alguno? Piensen también en aquellos niños y adultos que le temen a la oscuridad. Ustedes saben que no hay nada real en la oscuridad y, sin embargo, permiten que el miedo se apodere de ustedes sin permitirse los beneficios de la oscuridad.
Todos nosotros sabemos muy bien que el miedo puede asaltar incluso a la más serena de las almas. Sabemos que una vez el más mínimo hormigueo de temor quede prendido, podrá crecer y crecer, incluso hasta impedirles funcionar en sus vidas diarias.
Relájense y piensen acerca de lo qué es el miedo. ¿No hay algo que puedan hacer al respecto? ¿A qué le temen? Piensen en todos los vaivenes de la vida y luego reflexionen acerca de lo temeroso dentro de ellos.
¿Cómo pueden liberar la tensión que conlleva el miedo? Hay muchos que no saben que llevan una vida basada en el miedo y no pueden deshacerse de él. Bien, éste es el tiempo de apartar los miedos. Alejen los sentimientos de ansiedad que trae el miedo y solo permitan una pacífica quietud y la certeza de que pueden lograr lo que sea que deseen y posesionarse de ello en una forma positiva.
Aparten el miedo y miren el lado brillante de esta vida.
Mantengan la fe y avancen dentro de una nueva e intensa luz. La paz reinará. Ustedes no pueden vivir la vida de los demás y no hay razón para temer sobre lo que ha de sucederles a ellos mientras ustedes se adelantan.
Piensen en estas cosas.
Namaste
Por ahora, los dejamos en Paz y Amor.