El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, presentó oficialmente ayer lunes un amplísimo proyecto de reforma de la reglamentación financiera, destinado a mejorar su eficacia, otorgando ante todo una función y misión mucho mayor al Banco Central.
"La estructura de nuestra reglamentación actual no está pensada para enfrentar el sistema financiero moderno con sus diversos actores, su innovación, la complejidad de sus instrumentos financieros, su integración mundial", afirmó Paulson en un discurso.
El anuncio del proyecto no tomó de sorpresa a los medios periodísticos ya que se había difundido masivamente el pasado fin de semana.
Paulson señaló en términos generales el ambicioso proyecto de reforma, que busca eliminar la superposición de reglas y superar sus carencias, con medidas escalonadas a corto, medio y largo plazo.
El aspecto más espectacular es sin duda la asignación a la Reserva Federal (Fed) una misión considerablemente mayor, para controlar el sistema financiero. "Teniendo en cuenta su tradicional papel de promotora de la estabilidad macroeconómica, la Reserva Federal es la opción natural para la importante tarea de regulación de la estabilidad de los mercados", dijo Paulson.
Pero el secretario del Tesoro reconoció que los efectos de su reforma no se harán sentir antes del fin de la actual crisis financiera.