Las tropas estadounidenses que están en Irak comenzarán a sufrir una reducción a partir del próximo mes de agosto por efectos de “verificación de inventario”, afirmó ayer jueves, el presidente de Estados Unidos, George Walker Bush.

El mandatario afirmó que en meses recientes los soldados iraquíes han estado controlando la situación de este país, por lo que la presencia de militares de EE.UU. no tendrá que ser como hace meses atrás, enfatizó.

Aunque se hayan reportado “progresos significativos” en Irak, todavía se cuenta con la presencia de la guerrilla iraní y la red terrorista Al Qaeda, advirtió Bush.

Hace 15 meses hubo un envío de 30 mil soldados a reforzar la presencia estadounidense en este país. El mandatario justificó que el retiro se debe a las recomendaciones hechas por el general David Petraeus, comandante de las fuerzas estadounidenses en Irak.

En Irak hay 158 mil soldados, de los cuales, se retirarán un 25 por ciento. Bush exigió al gobierno iraní a no “desestabilizar” los resultados obtenidos en la nación iraquí.

"Un Irak libre no tolerará las interferencias de militantes iraníes". Si los iraníes "toman la decisión correcta, Estados Unidos le alentará a seguir por ese camino de la paz", pero si no "protegeremos a nuestras tropas y nuestros intereses", apuntó.

Para muchos críticos el retiro de las tropas EE.UU. de suelo iraquí se debe también a la crisis financiera e hipotecaria, más que por resultados positivos del ejército estadounidense en esa lejana nación.

Hace pocos días el gobierno estadounidense anunció que se prepara la economía para sufrir una recesión provocada por las crisis expuestas en el párrafo anterior.