Uno de los actores del atentado del año 1998 contra una embajada de Estados Unidos en Tanzania podría tener los días contados, puesto que el Pentágono solicitó la pena de muerte contra su persona.
Ahmed Khalfan Ghailani, sería el sacrificado si las autoridades judiciales aprueban la pena de muerte que el Pentágono solicita para el tanzano.
El Departamento de Defensa presentó cargos contra el “terrorista” por violaciones a la ley de guerra, ataque a personas, asesinato a personas protegidas, herir con intención a individuos, destrucción de propiedades y terrorismo, informó brigadier general Thomas Hartmann, asesor de Asuntos Legales del Pentágono.
Algunos organismos internacionales de derechos humanos han hecho pública su oposición a que Ghailani pague sus deudas con la pena de muerte.
Los atentados que culpan a Ghailani ocurrieron un 7 de agosto en la embajada de Estados Unidos en Nairobi, capital de Kenia y en Dar es Salaam capital comercial de Tanzania. Al menos hubo 213 personas fallecidas, de las cuales 12 fueron ciudadanos estadounidenses, hiriendo a cinco mil con carros bomba.
De los nueve cargos que afronta Ghailani, que fue detenido en julio de 2004 en Pakistán, seis conllevan la pena de muerte, según Hartmann. Ghailani es, además, el décimo quinto detenido contra el que se han presentado cargos bajo el Acta de Comisiones Militares de 2006.